Los cómplices con la venta de armas
El «posible genocidio» en Gaza implica a Israel y a quienes le venden armamento. El Gobierno de Sánchez dejó de autorizar desde el pasado 7 de octubre la venta de armas al país, pero España sigue exportando lo comprometido con anterioridad y mantiene las compras y adjudicaciones.
La presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes británica, la conservadora Alicia Kearns, según un audio difundido por el periódico The Observer el pasado domingo, advirtió: «El Foreign Office [Ministerio de Asuntos Exteriores] ha recibido asesoramiento legal oficial de que Israel ha violado el derecho humanitario internacional, pero el Gobierno [del primer ministro conservador, Rishi Sunak] no lo ha anunciado. No lo ha dicho, no han parado las exportaciones de armas». La parlamentaria aclaró al diario: «Estoy convencida de que el Gobierno ha completado su asesoramiento sobre si Israel está cumpliendo su compromiso con el derecho internacional humanitario y ha concluido que Israel no lo hace. Transparencia en este punto es fundamental para sostener las reglas del orden internacional».
En Madrid, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores español, a preguntas de este diario ayer sobre las exportaciones de armas a Israel señaló: «Nos mantenemos en el comunicado que publicamos en febrero pasado». En dicha comunicación sobre la venta de armamento a Israel, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación «informa de que desde el 7 de octubre de 2023 no se ha autorizado ninguna operación de venta de armamento a Israel».
Este diario también preguntó tanto a la citada portavoz como al Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes si existía algún dictamen o informe posterior al 26 de enero de 2024, fecha en la cual el Tribunal Internacional de Justicia (TJI), el tribunal de Naciones Unidas en La Haya, declaró ante la demanda de Sudáfrica contra Israel la existencia de «posible genocidio en Gaza», sobre sus posibles consecuencias para países firmantes de la Convención contra el Genocidio, entre ellos España, y que han mantenido un fluido comercio de armas con Israel. La respuesta está pendiente.
Embargo, la palabra maldita
El Gobierno español, a través del ministro de Exteriores, José Luis Albares, nunca ha pronunciado la palabra embargo. Pero cuando se le ha preguntado directamente por un embargo, ha contestado que en el caso de España ya era una realidad. El 22 de enero, los ministros de Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, cónclave al que se unió el ministro de Asuntos de Exteriores de Israel, analizaron la posibilidad de un embargo. Fue lo que explicó Albares a la periodista Àngels Barceló en la cadena Ser, al preguntarle el 23 de enero por qué no se impulsa un embargo total de armas a Israel. «Es una cosa que se planteó ayer y desde luego es algo que España ha realizado desde el día 7 de octubre. Desde el mismo 7 de octubre no se produce ninguna operación de venta de armamento a Israel. Y desde luego nosotros impulsamos todas las medidas que lleven a una desescalada y a un cese de la violencia». Pero no existe tal embargo entendido como una resolución gubernamental apoyada por un dictamen legal sea de la Abogacía General del Estado o de la Asesoría Jurídica Internacional (AJI) del Ministerio de Asuntos Exteriores. Si ese dictamen existe, no se ha dado a la publicidad.
Lo más probable, según fuentes familiarizadas con el comercio de armas, es que el Gobierno se haya dirigido a la Junta Interministerial de Material de Defensa y Doble Uso (Jimddu) con la orden de no formalizar nuevos contratos. «Lo que ha hecho el Gobierno es dejar de autorizar nuevas exportaciones de armas. Es decir: pueden producirse exportaciones acordadas o comprometidas en contratos firmados antes del 7 de octubre de 2023. El tiempo que transcurre entre una autorización y una materialización de la exportación puede ser muy largo. Si es exportar algo que ya está producido, el tiempo es corto; si es algo que se tiene que fabricar, pueden ser muchos meses», señala a EL PERIÓDICO Alejandro Pozo Marín, investigador de la industria y comercio de armamentos en el Centre Delàs d’Estudis per la Pau.
Un embargo o prohibición de vender armas a Israel supone, además, establecer un sistema de control y una tabla de sanciones en el caso de incumplimiento por parte de las empresas. Hay otro punto en el que, empero, no ha variado la conducta del Gobierno español. Al tiempo que hasta nueva orden no se puede autorizar ventas de armas, en cambio no existe cambio alguno desde el 7 de octubre en materia de importaciones de armas procedentes de Israel para las Fuerzas Armadas españolas, las cuales han desarrollado una gran dependencia de la tecnología israelí.
Contratos con empresas israelís
Alejandro Pozo puntualiza: «Lo que no ha experimentado cambio es contratar por parte de las Fuerzas Armadas españolas con empresas israelís. España continúa autorizando importaciones de material israelí que viene a España, lo que no es especialmente relevante porque buena parte del armamento israelí que se utiliza en España se produce en España e incluso por empresas españolas que cuentan con contratos de transferencia de tecnología. De todas las opciones que existen cuando hablamos de comercio de armas –exportaciones e importaciones, compras, adquisiciones y ventas– España ha dicho que lo que no va a hacer es autorizar nuevas exportaciones». Algunas de las empresas con las cuales se han
Las Fuerzas Armadas españolas han desarrollado una gran dependencia de la tecnología israelí
continuado haciendo negocios son gigantes en el mercado mundial de armamentos. Una de ella es Elbit Systems.
La declaración del TIJ de La Haya del 26 de enero pasado sobre «posible genocidio» y las medidas cautelares adicionales anunciadas la semana pasada plantean una nueva deriva: la posible complicidad de países que se han comprometido no solo a no cometer genocidio, sino a no ser cómplices en su ejecución. Con todo, no se trata solo del delito de genocidio. El Tratado sobre Comercio de Armas de Naciones Unidas (ATT) habría impedido, a la luz de la conducta de Israel antes del 7 de octubre, mantener la compraventa de armas y los negocios con empresas israelís, según recuerda Pozo.
La Administración Biden estudia un nuevo contrato con Israel para la entrega de aviones de combate F-15, misiles aire-aire y sistema de guía. Italia y Canadá, que anunciaron el bloqueo de sus exportaciones de armas a Israel, siguen «honrando», como España, contratos anteriores al 7 de octubre. La Unión Europea, con Alemania como principal proveedor de armas a Israel, después de EEUU, no es capaz de declarar el embargo cuando las víctimas llegan a 33.000 palestinos.
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