Un incendio en una discoteca de Estambul causa al menos 29 muertos
▶ Todos los fallecidos eran trabajadores de unas obras de reforma del local a las que el ayuntamiento no había dado licencia
Al menos 29 personas murieron ayer después de que una explosión en una discoteca en el centro de Estambul provocase un incendio que atrapó a todos los trabajadores de la construcción que en ese momento se encontraban dentro del edificio. El suceso ocurrió durante el mediodía y el local, Masquerade Club, se encontraba cerrado por obras durante el mes de Ramadán, que termina la semana que viene.
«Estamos tratando a las personas heridas. Tanto ellos como todos los fallecidos eran trabajadores que se encontraban, en el momento de la explosión, realizando tareas de renovación del club. Hemos lanzado una investigación para esclarecer los motivos de este desastre, y la policía ha detenido a seis personas», explicó ayer por la tarde el gobernador de Estambul, Davut Gül. Las personas para las que se dio la orden de detención son tres responsables de la construcción, el mánager de la discoteca y dos supervisores.
El club se encuentra en el céntrico distrito de Besiktas, uno de los puntos neurálgicos de la gran metrópolis turca, en la que viven 17 millones de personas. «Ya hemos lanzado una investigación sobre lo ocurrido. Pido la misericordia de Dios para todos los que han perdido sus vidas, y una rápida recuperación a los heridos. Seguiremos compartiendo con nuestros ciudadanos todo lo que sepamos de lo ocurrido», apuntó el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, que aseguró que el presidente, Recep Tayyip Erdogan, está también siguiendo las investigaciones.
En la planta baja
Según el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, que el pasado domingo renovó su mandato y derrotó al candidato favorito de Erdogan, las obras de renovación del Masquerade Club, que se encuentra en la planta baja de un edificio de 16 plantas, eran ilegales. «Nunca recibimos la petición de permiso para ninguna renovación ni construcción», afirmó Imamoglu ante la prensa. «El área donde se estaba realizando el trabajo no era visible desde la calle, así que no recibimos ninguna queja ni denuncia de que estas obras estaban siendo realizadas sin licencia. Estos trabajos se estaban haciendo de forma ilegal», continuó el alcalde de la ciudad.
En Turquía, también en Estambul, las obras sin permiso ni medidas de seguridad son tan comunes que muchos trabajadores se quejan de que incluso las grandes compañías de la construcción, muchas cercanas al Gobierno, buscan ahorrar dinero a costa de eliminar medidas de seguridad y de realizar las obras con materiales poco seguros.
Todo turco vive con el miedo de vivir una tragedia como la de ayer, no tanto por culpa de un incendio como por las consecuencias de un seísmo. Turquía se halla situada en una zona con terremotos constantes, y aún está muy vivo en la memoria el terremoto de febrero del año pasado, que se cobró la vida de 60.000 personas. Estambul –como Tokio, Bogotá, Teherán y San Francisco– es una de las grandes ciudades que vive bajo el fantasma de un gran terremoto que podría ocurrir en cualquier momento. Y según la alcaldía de la ciudad turca, más de dos millones de personas viven en edificios inseguros. ■