‘Narcochalets’ con marihuana en el Maresme
Una investigación conjunta de los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional logra desarticular un clan familiar de origen iraní con plantaciones en casas de lujo de la comarca. En la operación se detuvo a 14 personas y se intervinieron 110 kilos de cogollos y 7.000 plantas.
No solo están los narcopisos o las producciones clandestinas de droga en viviendas más humildes, también se pueden encontrar narcochalets con plantaciones de marihuana en viviendas de alto standing. Es lo que descubrieron agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Nacional que en una operación conjunta han desarticulado un clan familiar de origen iraní que cultivaba esta droga en casas de lujo del Maresme para después exportarla a Europa.
Hay 14 detenidos acusados de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. La operación tuvo lugar el pasado 13 de marzo con la detención de los sospechosos y el registro de seis domicilios del Maresme. Allí se encontraron 110 kilos de cogollos de marihuana aptos para la venta, 7.000 plantas de marihuana en distintos estados de floración, así como cinco vehículos usados por la organización, desde furgonetas para transportar la droga hasta coches de alta gama.
El 14 de marzo se hicieron dos registros más y se recopiló información sobre la banda mientras que el 25 de marzo tuvo lugar la última detención cuando un sospechoso aterrizaba en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Los agentes remarcan que se trata de una organización estructurada en torno a un clan familiar de origen iraní, pero con documentación holandesa. La mayoría de los integrantes residían en el Maresme desde hace varios años. Se habían especializado en el cultivo indoor de marihuana.
Los investigadores detectaron en las entradas a las plantaciones una alta sofisticación y automatización, ya que algunos sospechosos tenían experiencia previa en el cultivo de marihuana. A los líderes del grupo les constan antecedentes en Holanda por tráfico de drogas antes de asentarse en España.
Una estructura jerarquizada
Tanto las plantaciones como las viviendas de los jefes del grupo estaban ubicadas en casas unifamiliares en diversas urbanizaciones de lujo del Maresme. Los investigados alquilaban los inmuebles pagando grandes cantidades de dinero, lo que les hacía pasar desapercibidos por la policía. Aparte, el hecho de elegir casas aisladas de núcleos urbanos, hacía que tampoco mantuvieran contactos con otros residentes de la zona. Según los agentes, la banda estaba liderada por varios hermanos y otros familiares directos que conformaban una estructura jerárquica rígida en la que nunca utilizaban personas ajenas al grupo para mantener su discreción. Solo en casos puntuales, requerían servicios de terceras personas poco cualificadas para tareas de mantenimiento del cultivo, tratamiento de la marihuana, envase y transporte de esta para su posterior venta.
Todo era supervisado por los jefes del grupo criminal. Los investigadores detectaron que estos jardineros carecían de conocimiento global del entramado criminal para el que trabajaban. Además, otros detenidos proveían a la organización de material y equipos especializados para la producción de marihuana mientras que algunos sospechosos controlaban empresas inmobiliarias para obtener de este modo casas y alquileres de vehículos.
Conexiones irregulares
Las viviendas con plantaciones de marihuana estaban conectadas de forma fraudulenta al suministro eléctrico. 17 técnicos de distribución colaboraron con los agentes y comprobaron que las conexiones a la red eléctrica en los seis domicilios y en los locales registrados eran irregulares.
Calculan que el clan cometió un fraude energético de 1,53 GWh, que equivale al consumo de una población de 438 viviendas, teniendo en cuenta un consumo anual de 3.500 kWh por vivienda. El coste de la energía defraudada asciende a una cantidad de 383.469 euros. Todos los detenidos pasaron a disposición judicial y se ordenó prisión provisional para cinco de ellos.
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El coste de la electricidad defraudada por la organización asciende a 383.469 euros