La Flotilla de la Libertad planea otro viaje a Gaza sin permiso de Israel
▶ La organización prevé llevar a la Franja 5.500 toneladas de ayuda y 500 activistas
El 31 de mayo de 2010, fuerzas de la Marina israelí asaltaron embarcaciones de la Flotilla de la Libertad, seis barcos donde viajaban más de 600 activistas propalestinos de 40 nacionalidades diferentes. Trataban de llevar 10.000 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, bloqueada por tierra, mar y aire desde la victoria del partido islamista Hamás cuatro años antes.
Los soldados israelís dispararon contra los navegantes, y mataron a 10 activistas y un periodista. Treinta personas resultaron heridas. Israel dijo que actuaba en legítima defensa. La comunidad internacional condenó los hechos y se produjeron duras críticas diplomáticas y demandas en La Haya. Catorce años después, Gaza vive un escenario de guerra total: Israel ha matado a más de 32.000 personas, en su mayoría niños, ha destrozado el grueso de las viviendas e infraestructuras básicas e impide la entrada de alimentos para evitar la hambruna, que ya amenaza en su grado máximo a la mitad de la población.
En este contexto, la Coalición Internacional por la Flotilla de la Libertad (FFC, por sus siglas en inglés) lanzará una nueva misión hacia Gaza a mediados de abril con varios buques que transportarán 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y cientos de observadores internacionales de derechos humanos. El objetivo es desafiar el actual bloqueo ilegal israelí de la Franja, según ha comunicado la organización. El viaje se va a hacer sin solicitar permiso al Gobierno israelí y sin coordinarse con su Ejército. Se conoce dos días después de que las Fuerzas de Defensa de Israel mataran a siete cooperantes internacionales de la organización World Food Kitchen (WFK) del cocinero José Andrés.
La organización estima que habrá más de una decena de españoles embarcados
Resistencia pacífica
«Unas 500 personas llegaremos a Estambul unos días antes de zarpar, para recibir cursos de adiestramiento en resistencia pacífica. Se trata de evitar problemas si el barco es asaltado como el Mavi Marmara (donde se produjeron los enfrentamientos de 2010)», explica Santiago González, uno de los activistas que viajará en uno de los dos barcos. La organización estima que habrá más de una decena de españoles embarcados, aunque pueden ser más.
«No nos coordinaremos con las autoridades israelís de ocupación porque el cómo se está desarrollando la ayuda internacional está suponiendo la configuración del día después, al consentir a Israel su control por tierra, mar y aire como hasta ahora». La expedición se organiza desde Turquía, un país con el que Israel está enfrentado diplomáticamente después de que el presidente, Recep Tayyip Erdogan, clamara contra lo que considera un genocidio en Gaza.
La intención inicial es descargar las mercancías con las grúas que lleva uno de los barcos, de gran tonelaje, en barcos más pequeños, para acercarlas a las playas gazatís, ante la falta de puerto funcional. Los centenares de personas que viajan intentarán también entrar en Gaza, afirma González. Las posibilidades de que se lo permita la Armada israelí son escasas. El riesgo, alto. Lo que ocurrirá es incierto; los escenarios posibles, abiertos.
Primero, podría producirse un abordaje israelís y obligar al capitán a desviar el rumbo. Podrían llevarlos a puerto israelí para descargar la mercancía, que luego podría ser revisada y metida en la Franja a discreción del Cogat, la Administración israelí de la los territorios ocupados. O puede que ellos mismos se desvíen hacia Chipre, donde se prepara una ruta marítima oficial para llevar comida y medicinas a Gaza.
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