El Reino Unido abre el debate sobre la venta de armas a Israel
▶ Laboristas, liberaldemócratas e incluso conservadores defienden el embargo ▶ Tres de los cooperantes muertos en Gaza eran británicos
La presión sobre el Gobierno británico para frenar la venta de armas a Israel ha ido en aumento tras la muerte el lunes de siete cooperantes en Gaza, tres de ellos originarios del Reino Unido. Diputados laboristas, liberaldemócratas e incluso conservadores elevaron ayer el tono para exigir el fin del suministro de armamento, una decisión que el Ejecutivo se ha resistido a tomar por ahora ante lo que considera una falta de pruebas concluyentes de que Israel está vulnerando el derecho humanitario internacional. El primer ministro, Rishi Sunak, calificó la situación en Gaza como algo «cada vez más intolerable», tras la muerte de los cooperantes de World Central Kitchen.
«Siempre hemos tenido un régimen de licencias de exportación muy cuidadoso al que nos atenemos. Hay una serie de normas, reglamentos y procedimientos que siempre seguimos», aseguró Sunak en el adelanto de una entrevista al diario The Sun. «Por supuesto que apoyamos el derecho de Israel a defenderse y a defender a su pueblo de los ataques de Hamás, pero tienen que hacerlo de
acuerdo con el derecho humanitario», añadió.
Pero las peticiones para que el Gobierno retire las licencias de exportación de armamento a Israel son cada vez más numerosas. El que fue subsecretario de Estado del Ministerio de Exteriores Peter Ricketts apostó ayer por esta vía para lanzar una señal a nivel internacional. Una petición a la que se sumaron los liberaldemócratas y los nacionalistas escoceses, quienes pidieron que se convoque a la Cámara de los Comunes para votar la medida. El Partido Laborista evitó sumarse a la petición pero sí exigió al Gobierno que frene el envío de armamento si sus asesores jurídicos consideran probado que Israel lo ha utilizado para vulnerar el derecho internacional.