Un minipiso a 975 euros con más de 450 peticiones de visita
La inmobiliaria que lo anuncia en la Barceloneta no da abasto pese a explicitar los exigentes requisitos, en una muestra clara de la deficitaria oferta de alquiler.
«El teléfono no ha dejado de sonar ni de noche ni durante el lunes de puente», relata con paciencia de santo este agente de la propiedad inmobiliaria. La situación es insólita, resume, tras recoger en unos días más de 450 peticiones de visita para un pisito de 37 metros cuadrados útiles en la Barceloneta, por el que se piden 975 euros al mes. No es un chollo. Pero la oferta de viviendas de alquiler tradicional en Barcelona es tan escasa en proporción a la demanda, que este API ha publicado un anuncio singular y lleno de requisitos (en la más estricta legalidad) y ha recibido una avalancha de interesados. Ejemplifica la gravedad de la situación del mercado inmobiliario de Barcelona, donde la implantación del reciente límite de precios de alquiler para zonas tensionadas ya da muestras de estrangular aún más la deficitaria oferta local.
«No tengo más pisos en alquiler, la gente no quiere alquilar cuando le dices el precio que marca el índice, que tendrá que pagar los honorarios de agencia cada vez que haya un cambio de inquilino, que el aumento anual está por debajo del IPC, los ingresos que debe acreditar el inquilino o los riesgos», relata el propietario de Inmo, una inmobiliaria pequeña, de trato personalizado, donde el móvil del anuncio es el personal del agente. «La oferta convencional está desapareciendo, todos los propietarios quieren alquilar por meses para evitar una regulación tan exagerada y yo no deseo gestionar alquileres por temporada», cuenta tras ser llamado por este diario para preguntar por el peculiar anuncio.
El reclamo en concreto, al contrario que la mayoría de los pírricos 142 anuncios barceloneses de menos de 1.000 euros que cuelgan esta semana del macroportal Idealista, comienza diciendo que solo se busca inquilino de larga estancia (5 años). Relata a continuación las bondades de la zona, en la calle de Giner i Partagàs, la proximidad con el mar (200 metros), el ambiente bohemio, la amplitud de sus 37 metros cuadrados (en relación a otros ‘quarts de casa’ del barrio), y la reforma completa que ha vivido el inmueble.
Alud de solicitudes
«Hemos recibido muchas solicitudes para alquilar la vivienda por lo que nos vemos en la necesidad de filtrar a las personas que quieren verla antes de concertar las visitas. Supongo que el hecho de que el contrato sea de larga estancia, que como inquilino no has de pagar los honorarios de la agencia y que muchos pisos han desaparecido del mercado con la nueva ley y otros se han convertido en viviendas de temporada, ha creado este interés especial», advierte, antes de pasar al supuesto cribaje.
Y lanza los requisitos: «Antes de concertar la visita, envíanos un email con una breve explicación de quiénes sois, dónde trabajáis, qué hacéis y cuál es vuestro salario neto mensual». Después de la visita y si el piso interesa, solicitarán acreditar «un contrato de trabajo indefinido, que demuestres que tienes trabajo desde hace 3 años o más, que no estás en periodo de pruebas y que tus ingresos son de una empresa europea o eres funcionario. En algunos casos puede ser necesaria la vida laboral». Atendiendo a la ley de vivienda y la proporción que el alquiler debe suponer sobre los ingresos, especifica: «Tienes que saber que vuestros ingresos han de superar los 3.400 euros netos al mes tu solo o 3.800 euros entre tu compañero o pareja y tú». O bien aportar avalista.
Se excluyen personas con mascota y se precisan tres meses entre fianza y depósito porque el piso está casi a estrenar. En concreto la renta es de «975€ + 25€ de IBI + 20€ de comunidad (total 1.020€ al mes)». Y se enfatiza que buscan «un inquilino o inquilina que cuide esta vivienda que está disponible para entrar a vivir inmediatamente». Porque el dueño tiene claro que busca un perfil estable.
El API aclara que el precio es el que marca la ley. En este caso es el mismo del contrato anterior, cuando había libertad de mercado. Así que no hay que aplicar el precio del sistema de referencia desarrollado por el Ministerio de la Vivienda e implantado en Catalunya, que en este caso le correspondería un rango de 596 a 748 euros. Al ser de un pequeño tenedor, se puede mantener la cuota anterior.
En cambio, de no haber estado alquilado en los últimos cinco años y entrar ahora en el mercado, sí que debería acatar el precio del índice, fuese el tipo de propietario que fuese. «La gente que se ve en esa situación prefiere no alquilar actualmente», mantiene, con su cartera en mínimos, y acabando de colgar a un potencial cliente del Carmel que al conocer el precio legal (alejado de los pisos ya alquilados en su finca) para la vivienda que dejará su madre, ha descartado darle la gestión. Posiblemente lo venda. ■