El PP sale a superar sus seis escaños y a echar a Vox del Parlamento
▶ Los populares buscan atraer al votante del PNV que no entiende sus alianzas en Madrid
El PP puede estas elecciones vascas mejorar claramente su marca (ahora cuenta con seis diputados), comiéndose a Vox (tiene un escaño) y mermando al PNV (31) y al PSOE (10) por el centro. Las encuestas le dan la razón: alguna muy optimista les lleva hasta los 10 parlamentarios, aunque en Génova se contentan con subir a 8-9. Los populares se enfrentan a estos comicios seis meses después de que Javier de Andrés iniciara un cambio de discurso y estrategia al frente del partido. De Andrés, que ha sucedido en la presidencia al duro Carlos Iturgaiz, es un veterano en la formación, en la que empezó como responsable de comunicación aunque pronto se pasó al lado de la política. Fue diputado foral y también delegado del Gobierno de Mariano Rajoy (2016-2018). Tras cinco años de vuelta al periodismo, Alberto Núñez Feijóo le propuso el retorno a la primera línea y le aupó como presidente del PP para reanimar y reactivar territorialmente a un partido que en su momento ocupó la centralidad política en Euskadi.
Coser las tres derechas
Los conservadores se presentan solos a las urnas, porque la coalición con Cs de 2020 no se ha reeditado. En estos años ya han absorbido en sus propias filas a los pocos políticos naranjas que quedaban y ese partido ha desaparecido de la comunidad foral. De Andrés aspira a seguir esa operación de absorción por la vía de los hechos con Vox, para que se quede fuera del Parlamento. Coser las tres derechas y que los votantes de Cs y Vox vuelvan a la casa madre del PP es una de las obsesiones de Génova, por ser una parte del trayecto necesario para poder llegar a la Moncloa.
La ultraderecha tiene complicado mantener su único diputado porque, para lograr entrar en la Cámara vasca, se necesita obtener el 3% de las papeletas en cada provincia y Vox solo consiguió superar ese umbral en Álava en 2020, algo que ahora la candidata, Amaia Martínez, no parece que vaya a repetir, según los sondeos. A eso se suma el momento de extrema debilidad que pasa el partido de Santiago Abascal, a la baja en todas las encuestas de los distintos territorios, habiendo perdido protago
La ultraderecha tiene difícil mantener a su único diputado al necesitar el 3% de los votos en cada provincia
nismo en las Cortes Generales y no consiguiendo sacar un solo escaño en Galicia.
Por el centro, el PP quiere morder al PNV y al PSOE y para conseguirlo recordará la alianza que ambos tienen en el Congreso de los Diputados con ERC y EH Bildu. Algunos dirigentes de Génova dicen que lo tienen fácil para convencer al votante peneuvista que no entiende esa coincidencia en la Cámara baja con partidos claramente de izquierdas y al que ven completamente alineado con Pedro Sánchez. Tanto es así que Feijóo ha sido muy duro en muchas de sus intervenciones, igual que otros dirigentes del PP, acusando al PNV «de haberse entregado» a las políticas económicas de los socialistas y de Sumar. Es uno de los argumentos que más repetirán en una comunidad donde la industria y el peso económico importa mucho.
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