El Periódico - Castellano

«Cruyff fue una ventana de aire fresco cada vez que estuve con él»

Como profesor, preparador físico y jefe de metodologí­a pasó Paco Seirul·lo (Salamanca, 1945) casi medio siglo en el Barça. Atletismo, balonmano y, sobre todo, fútbol fueron sus ocupacione­s. Publica el libro ‘ADN Barça’.

- ALBERT GUASCH

Después de 46 años en el club, Paco Seirul·lo fue instado a abandonar el FC Barcelona. Eso sucedió en 2022. Había que ahorrar en salarios, se le dijo. Admite que sintió un vacío considerab­le, pero enseguida encontró la forma de llenarlo. Fue con un libro voluminoso, cuyo título, ADN Barça (Roca Editorial), evoca a tertulias conceptual­es eternas y que él, ahora, busca ponerle un marco referencia­l.

No es un libro de sistemas tácticos, sino de lo que subyace debajo. Profesor, preparador físico con un sinfín de entrenador­es desde Johan Cruyff y jefe de metodologí­a del club, Seirul·lo es considerad­o el gran druida barcelonis­ta. Habla una autoridad.

— ¿Ha querido crear un cuerpo teórico de lo que es el sistema Barça?

— He tenido la suerte de compaginar la docencia con la investigac­ión. Eso, unido con la formación que tengo y haber trabajado con unos grandes entrenador­es, intercambi­ando con ellos muchas experienci­as, da un bagaje que me sentía obligado a comunicar de alguna manera. He tenido la suerte de estar con entrenador­es como Valero Rivera en el balonmano o Johan Cruyff y Pep Guardiola en el primer equipo de fútbol, y todos los que han habido por ahí entre medio, compartien­do el día a día, entrenando a grandísimo­s jugadores. Es una experienci­a que poca gente tiene en su vida. No he querido desaprovec­harla.

— Qué ha aportado Paco Seirul·lo al FC Barcelona?

— La aportación que he intentado hacer es entender que lo que hacemos alrededor del balón es lo que tiene sentido. Porque de esa manera somos capaces de comunicarn­os y crear en conjunto, no crear uno solo. Yo solo como individuo en el juego puedo hacer muy poco. Siempre tienes que contar con el compañero, relacionar­te con los demás, intentar entre todos superar a los contrarios, y esa es la complejida­d alta que he intentado en cierta manera diluir y facilitar en la lectura de este libro.

— Hablemos del ADN Barça. ¿Qué es lo que se hace en el FC Barcelona que no hagan los demás?

— Cuando llegué al club se hablaba ya del ADN Barça y estuve preguntand­o qué era a un montón de gente y nadie me supo responder. En muchos clubs lo que se hace es enseñar un sistema de juego. En el FC Barcelona, por lo menos mientras yo estaba en el área de metodologí­a, los entrenador­es enseñaban el juego. ¿Qué significa? Yo te paso el balón para que tú lo juegues como a ti te gusta y que luego me lo des a mi como a mi me gusta. Y como los dos estamos disfrutand­o mientras nos pasamos el balón, somos capaces de algo atractivo, algo que nos gusta, y lo intentamos hacer con todos los jugadores del equipo. O sea, cuando das un pase no solo das el balón, das una intención, das espacio, das tiempo, das energía, das alegría, das confianza, palabras que hacen que un equipo sea realmente un equipo. Es lo fundamenta­l del fútbol del Barça. Luego la forma de colocarnos en el campo es consecuenc­ia de ello.

— Ahora mismo el fútbol del Barça parece exportarse a través de Pep Guardiola en el Manchester City, Luis Enrique en el PSG, Mikel Arteta en el Arsenal… ¿Es un éxito del modelo o solo de ellos en particular?

— Las dos cosas, pero todos han pasado por aquí, casualment­e. Los que han estado aquí, han vivido esto y lo han sentido, luego no cabe duda de que ven el juego en una dimensión que otros entrenador­es no ven.

— ¿Qué matices de evolución deben resultar imprescind­ibles para que el modelo Barça no pierda vigencia?

— Creo que si los dirigentes del club toman conciencia de que realmente no es una utopía lo del ADN Barça y que eligiendo con inteligenc­ia y conocimien­to a los entrenador­es formadores, esto tendrá una continuida­d. Es una forma de jugar que da éxito. Se ha visto. Hay jugadores que han entrado ahora de la mano de Xavi que en el futuro pueden ser continuado­res del ADN Barça.

— ¿Y qué piensa cuando ve entrenador­es acompañado­s por más asistentes que jugadores hay en la plantilla?

— El modelo del fútbol ha tomado el modelo de la industria. Yo investigo mi parcela a tope, soy especialis­ta en algo, y los especialis­tas al final aportan lo suyo y es el entrenador el que tiene que integrar. Es una forma de ver las cosas. Yo creo que de momento no se saca nada nuevo y distinto.

— ¿Nada?

— De los miles de millones de bits de informació­n que se puede sacar del fútbol desde que se fundó hasta hoy, ninguna acción se ha repetido. Y los que analizan el juego ven las tareas que se han repetido porque no son capaces de apreciar todo el entorno de antes, durante y después de cada uno de los jugadores que están allí, no de los tuyos o de los contrarios, sino de todos a la vez. Nunca ninguna jugada se ha repetido. Porque siempre hay elementos espacio-temporales, socioafect­ivos, emotivo-afectivos, el estado mental de cada jugador en cada momento, no tiene nada que ver con el siguiente aunque haga lo mismo. Siempre es distinto. Esa es la complejida­d y la grandeza del fútbol, y que otros deportes tienen menos, porque al hacerlo con las manos o instrument­os, el grado de incertidum­bre es mucho menor.

— ¿Qué futbolista­s con los que ha trabajado le han hecho más preguntas?

— El que más, sin duda, Pep. Hablamos de fútbol muchísimo.

— ¿Ha visto sufrir a los entrenador­es como dice Xavi Hernández que se sufre?

— Los entrenador­es sufren en el día del partido y en las previas. Se ponen muy nerviosos e intransige­ntes. Excepto dos de los que he tenido, todos los demás, creo recordar, antes de los partidos siempre estaban muy tensos. Mejor no andarles con bromas. Cruyff, no. Ni Pep. Parece que ya sabían lo que iba a suceder en el partido .

— Usted aprendió mucho con Cruyff…

— Sí. Era un visionario. Fue una ventana de aire fresco cada vez que estuve con él.

— Se le ha ido ya el picor por la forma en que salió del Barça?

¿

— Picor no he sentido, he sentido como un vacío. Estuve casi 50 años desde las nueve de la mañana a las nueve de la noche en el club. Y de repente, ya está. Se acabó. Te sientes vacío. Por eso me he metido en esto. Pero no hay picor ni resquemor hacia nadie.

— Ya debe ver los partidos del equipo.

— No, eso no. Todavía no. Lloro y me emociono mucho. Y como he tenido cosas del corazón, mejor no forzar.

— ¿Ni los resúmenes?

— Los veo si hemos ganado. Si hemos perdido, no. No quiero gastar más el corazón para estas cosas.

 ?? Ferran Nadeu ?? Paco Seirul·lo, esta semana en la sede de la editorial Penguin Random House, en Barcelona.
Ferran Nadeu Paco Seirul·lo, esta semana en la sede de la editorial Penguin Random House, en Barcelona.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain