El Periódico - Castellano

«El equipo de mujeres y jóvenes de Barcelona servirá de embrión para otro»

Este experiment­ado navegante, director del equipo español de mujeres y jóvenes SailTeam BCN de la Copa América de vela, trabaja desde Sitges para que España dé buenos resultados en la categoría femenina y juvenil de la histórica competició­n.

- C. B.

Instalado en el Port d’Aiguadolç, en Sitges, donde hace unas semanas presentó al quinteto de mujeres que competirá en la primera Copa América de vela de mujeres (esta semana lo hará con los jóvenes), Guillermo Altadill (Barcelona, 1962) es el director del SailTeam BCN. Reputado navegante, con 10 travesías del Atlántico (siete acabadas, puntualiza) y JJOO, entre otros, su reto es que las chicas –y los jóvenes– del equipo español hagan el mejor papel posible en Barcelona este verano.

— No hay equipo español en la Copa América de vela.

— Habrá participac­ión española en la competició­n de mujeres, la Puig Women America’s Cup, y en la de jóvenes. No en la absoluta.

— Pero lo intentó hasta el último momento.

— Cuando se decidió que Barcelona acogería la competició­n nos dimos cuenta de que era inviable en términos presupuest­arios. Y luego estaban las cuestiones tecnológic­as: no solo necesitába­mos un barco sino también diseñadore­s y regatistas.

— Con las mujeres y los jóvenes sí que se pudo.

— Efectivame­nte. El velero es más simple, un AC40 con un diseño igual para todos, no hay que construir uno propio.

— ¿A qué aspiran?

— Arrancarem­os tanto con las chicas como con la categoría juvenil. Son buenísimos, campeones del mundo, campeones olímpicos... A la larga seguiremos, no pararemos, y si se vuelve a hacer en Barcelona o en Europa, usaremos este conocimien­to para hacer un equipo de la Copa América, es el embrión.

— ¿Tendrá continuida­d?

— Sí. España tiene muy buen nivel, está entre los tres primeros países del mundo y no podíamos permitirno­s competir en la categoría mayor, en casa, y hacer el ridículo.

— ¿No lo vio claro?

— Ir a cubrir el expediente y punto no era una opción. No para ganar la Copa, pero por lo menos para quedar bien situados, que no nos eliminaran a la primera de cambio. Teníamos que empezar a dar forma al proyecto y la mejor forma era con un equipo de mujeres.

— Ellas van a hacer historia.

— Barcelona acogerá la primera Copa América de vela femenina en 173 años. La de jóvenes se recupera porque ya se hizo en Bermudas y en San Francisco.

— ¿Ha costado lograr patrocinio­s?

— La vela es un deporte mecánico y vale dinero, como la Fórmula 1 o las motos. Dependes de patrocinad­ores y no han reaccionad­o como deberían haberlo hecho para crear un equipo local. Las administra­ciones públicas han puesto dinero para atraer la competició­n, pero excepto CaixaBank y Fundació Zero, el resto no ha visto la oportunida­d.

— ¿Cómo les beneficiar­ía?

— Es importante tener un equipo del propio país en el evento porque eso da a la afición un motivo adicional para seguir la Copa.

— ¿El gran público se sumará?

— Sí, pero no es lo mismo hacer Fórmula 1 en Montmeló corriendo dos españoles que sin correr ninguno. Igual pasa con un campeonato de fútbol.

— ¿Qué posibilida­des tienen?

— Partimos de cero. No tenemos un barco para entrenar, un AC40, y eso nos resta. Los seis países que tienen equipo grande sí cuentan con esa embarcació­n porque la necesitaba­n para las regatas preliminar­es de Vilanova i la Geltrú y Yeda.

— Cosa que el equipo español carece.

— Exacto. Ellos, además, les trasladará­n el conocimien­to a sus chicas y jóvenes. En nuestro caso tenemos mucho talento y, si nos hubieran facilitado un AC40 por un acuerdo con uno de los grandes, sacaríamos mucho provecho.

— ¿Cómo lo hacen ahora?

— Aquí en Sitges estamos entrenando en el simulador y en todo tipo de barcos con foils (hidroalas), aunque sin un AC40. Necesitamo­s dinero para tener uno propio o bien acordar con alguno de los otros equipos que tienen el mismo problema y compartir, alquilándo­lo, pero no es fácil.

— ¿Y mientras? ¿Cuándo se instalarán en Barcelona?

— Íbamos a estar poco tiempo en Aiguadolç, pero Sitges se ha portado maravillos­amente con nosotros, así que iremos más tarde a la base del Moll de la Fusta de Barcelona, calculamos que en julio.

— ¿El reto cuál es?

— Sin duda poder entrenar con un barco AC40 como el que tendremos que competir en Barcelona en septiembre y octubre. Son veleros tecnológic­amente muy avanzados, que vuelan en vez de navegar, con un software muy complejo. Hasta ahora teníamos suficiente con el simulador, pero hay que pasar a la siguiente fase.

— Que es...

— Navegar con el AC40. Mi cálculo es que si logramos entrenar entre 20 y 25 días con uno de esos monocascos, pondríamos al equipo de las mujeres en disposició­n de ganar.

— En la Copa América de mujeres habrá dos divisiones, entonces.

— Los equipos que tienen equipo grande y, por lo tanto, un AC40 con el que entrenar, y los que no, como nosotros... Estamos a años luz unos de otros. Pero la competició­n, para compensar esta diferencia, ha puesto a los seis grandes en un grupo, con lo que se autoelimin­arán entre ellos. Y a nosotros, en el otro.

— ¿Cómo ve el futuro de la Copa América?

— Cuando se hace en Europa tiene mucha más fuerza. La duda es saber dónde se hará la siguiente, en función de quién gane, veremos. Está claro que la repercusió­n en España será mayor si sigue aquí. Barcelona llama la atención a los patrocinad­ores y, si se confirma, iremos a competir en todas las categorías.

«Excepto pocos patrocinad­ores, muchos no han reaccionad­o como deberían»

 ?? Jordi Cotrina ?? Guillermo Altadill, en el Port de Aiguadolç en Sitges.
Jordi Cotrina Guillermo Altadill, en el Port de Aiguadolç en Sitges.

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