París echa a sus «indeseables»
Las oenegés denuncian una política de «limpieza social» basada en la «invisibilización» de migrantes, refugiados y sintecho del espacio público, especialmente en las zonas relacionadas con los Juegos Olímpicos que se celebrarán en la capital francesa este
La monumentalidad y el glamur ante la miseria y la pobreza. Pasadas las nueve de la noche del miércoles, más de una treintena de jovencísimos migrantes estaban reunidos frente al imponente Ayuntamiento de París, decorado con lonas azules con símbolos de un corazón y el mensaje París, ciudad anfitriona. Hacían como una asamblea. Llevaban la voz cantante voluntarios de Utopia 56. «Con los Juegos Olímpicos, van a expulsaros de todos lados», aseguraba Yann Manzi, cofundador de esta oenegé en la capital francesa desde el desmantelamiento de la Jungla en Calais en 2016.
Oriundos de Guinea, Costa de Marfil u otros países africanos, esos adolescentes habían sido expulsados poco antes del campamento improvisado donde habían dormido. Habían pasado frías y lluviosas noches en los muelles del Sena bajo el puente Marie. En esa zona, el 26 de julio se dará el pistoletazo de salida a los Juegos con un desfile fluvial. Poco más de 100 días antes del inicio de la cita olímpica, los muelles del Sena acogen el juego del gato y el ratón entre migrantes y policía.
«No nos ofrecen ningún lugar»
«Duermo en la calle desde hace dos meses y ya me han expulsado dos veces. No sabemos qué haremos esta noche», lamentaba en declaraciones a EL PERIÓDICO Moussa, de 15 años. Este adolescente de Guinea Conakry llegó tras un periplo por Mali, Argelia, Túnez e Italia. «En Italia me dijeron que si quería ir al instituto tenía que venir a Francia», explica en un francés fluido. De momento, deambula por la calle. «El problema no es que nos expulsen de los campamentos, sino que no nos ofrecen ningún lugar», criticaba Sekou Koné. Este marfileño presentó su documentación para que lo reconocieran como menor de edad no acompañado, pero la administración la consideró insuficiente o poco creíble. Está pendiente de un recurso y se halla en un limbo legal.
Milou Borsotti, de Médecins du Monde, se muestra muy crítico:
«El Estado no quiere sacarlos de la calle, sino que se vuelvan invisibles», asegura un voluntario
Claire Hédon, cuyo cargo es equivalente al del Defensor del Pueblo, también critica el trato
«El Estado no quiere sacarlos de la calle, sino que se vuelvan invisibles. Prefiere que duerman en tiendas de campaña desperdigadas por la ciudad en lugar de que se formen campamentos, lo que acentúa su precariedad». Esta política, según las oenegés, se ha acentuado con los Juegos.
Casi 90 asociaciones y oenegés crearon en otoño el colectivo El revés de la medalla, para denunciar esta «limpieza social». Mientras en los últimos años en París solía haber una evacuación mensual de campamentos, este conglomerado constata una aceleración de ese ritmo: hasta 15 expulsiones en las 17 últimas semanas de 2023. «Se han acelerado desde que el 31 de marzo acabó la tregua invernal [periodo en que no se pueden llevar a cabo desahucios]», critica Manzi. «Son constantes en zonas relacionadas con los Juegos».
Buena parte de los recintos construidos para la cita olímpica están en el departamento de Seine-Saint-Denis, una de las zonas más pobres de la Francia metropolitana. Allí, cerca del Estadio de Francia, el año pasado desalojaron un espacio donde vivían 400 personas. Durante la última Noche de la Solidaridad, en enero, el Ayuntamiento contó 3.492 sintecho, al menos 250 menores no acompañados, en la capital. Según las asociaciones, son más del doble.
Para ellas, el Gobierno creó en verano 10 centros de acogida en Marsella, Lyón o Seloncourt. «El problema es que no viene acompañado por recursos suficientes para que sea una solución perenne», añade. Esta política ha generado críticas en el seno del Estado. «El modo en que son enviadas fuera de París y destruyen sus tiendas de campaña» [...] «nos obliga a preguntarnos sobre la invisibilización de los indeseables», criticó Claire Hédon, cuyo cargo es equivalente al Defensor del Pueblo.
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