San Pancracio, protégenos
La imagen de Catalunya lleva unos cuantos años eclipsada por el contexto político y las elecciones del 12M volverán a tener repercusiones más allá de nuestras fronteras.
Mi abuela a menudo recitaba el dicho: «San Pancracio, salud y trabajo en nuestro brazo», y añadía: «Y bien pagado»... Tenía su estampita en la mesilla de noche, y lo invocaba en sus rezos para que nunca nos faltara salud y buen trabajo.
Dice la leyenda que Jordi Pujol ganó las primeras elecciones al Parlament de Catalunya gracias a san Pancracio, a quien se encomendó la noche antes de los comicios...
Casualidad o no, las próximas elecciones (anticipadas) al Parlament han caído en un 12 de mayo, día de San Pancracio. Propongo a todos los candidatos que le recen la noche del 11 de mayo.
Si bien las elecciones catalanas siempre han sido un punto de inflexión en el panorama político, hoy, con una sociedad dividida, una larga historia de tensiones políticas y un candidato a la presidencia en el exilio pendiente de la amnistía, es evidente que volverán a tener repercusiones no solo en nuestra casa, sino más allá de nuestras fronteras. Porque Catalunya, por el hecho de ser una nacionalidad histórica, es una marca propia. Es lo que diríamos una marca territorio.
En mi artículo de hoy no hablaré de política, pues yo soy publicitaria y no analista política. Quiero explorar el concepto de Catalunya como marca y cómo se percibe desde fuera, especialmente ante una nueva convocatoria de elecciones anticipadas.
Una marca es algo intangible, que va más allá de los elementos visuales como un logo llamativo o un eslogan atractivo. Implica la suma de percepciones, emociones y experiencias que el consumidor tiene en relación con una entidad, ya sea una empresa, un producto, un servicio o un destino, como un territorio. La fuerza de una marca radica en su capacidad de generar atractivo, deseo, lealtad e identificación, e influir en las decisiones de compra, los comportamientos y las interacciones.
Cuando hablamos de marca territorio, nos referimos a la manera en que un territorio es percibido y valorado tanto dentro como fuera. Esto incluye la reputación, la imagen, la cultura, los valores y las características diferenciales.
Es un instrumento de gestión y comunicación que ayuda a construir una identidad positiva y diferenciada, que potencialmente beneficia a todos los actores que participan: empresas, entidades, organizaciones, ciudades y ciudadanos.
Recuperar su esencia
La marca territorio no solo afecta a la manera en que los de fuera ven y experimentan un lugar; también puede influir en sus decisiones relacionadas con el turismo, la inversión, el comercio y las relaciones internacionales. Marcas territorio son lugares potentes, con su historia, promocionadas con campañas de comunicación atractivas, como podrían ser I Love NY, Visit Wales y Amazing Thailand.
Así, Catalunya como marca territorio debería ser la representación dentro y fuera de todo aquello que ofrece al mundo y cómo se percibe a nivel global.
Catalunya es nuestro pequeño país, rico en identidad cultural y lingüística. Entre el mar y la montaña, Catalunya se distingue por su diversidad geográfica. Somos un lugar de innovación y creatividad, con un fuerte potencial turístico basado en nuestro calibre y nuestros atractivos naturales. La soste
Es crucial que los líderes sean capaces de trabajar a favor de volver a construir la marca Catalunya
nibilidad y el respeto por el medio ambiente son valores intrínsecos de Catalunya.
Desgraciadamente, la imagen de Catalunya hace años que se ve eclipsada por el contexto político. ¡Es imprescindible recuperar su verdadera esencia, más allá de una escaramuza de poder entre fuerzas políticas! Independientemente del resultado, es crucial que los líderes sean capaces de trabajar a favor de volver a construir la marca Catalunya, y encontrar soluciones que respeten la voluntad del pueblo catalán. En la medida en que Catalunya consiga presentarse como una marca fuerte y coherente, estará mejor posicionada para atraer inversión, talento y turismo, y para construir relaciones duraderas y fructíferas con otros países y regiones del mundo. Recuperemos Catalunya. Recuperemos nuestra marca y que san Pancracio nos ayude a partir del 12 de mayo.
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