El OEIA denuncia un ataque «temerario» contra Zaporiyia
▶ El organismo advierte de que aumenta el riesgo de un accidente nuclear grave
Tres drones kamikaze impactaron el domingo en el área de la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sureste de Ucrania. Otro dron, ayer, fue abatido a corta distancia del reactor número seis y sus restos cayeron sobre el techo de esa parte de la infraestructura, según Reuters.
«Estos ataques temerarios aumentan significativamente el riesgo de un accidente nuclear grave», denunció poco después del primer ataque el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que mantiene una misión en el recinto. Según el OIEA, los disparos del domingo tuvieron consecuencias. «Los daños en la unidad seis (ahora apagada) no han puesto en riesgo la seguridad nuclear, pero es un incidente grave que potencialmente puede debilitar la integridad del sistema de contención del reactor», comunicó el organismo.
«Es una clara violación de los principios básicos para proteger la central nuclear más grande de Europa», explicó Rafael Grossi, el jefe del OIEA. «Esto no puede ocurrir», precisó el funcionario, al subrayar que los ataques recientes han sido el peor incidente desde noviembre de 2022. Una versión también ofrecida por las autoridades rusas, que ocupan ilegalmente la planta desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania, en febrero de 2022.
En este marco, la situación desencadenó el habitual cruce de acusaciones entre Rusia y Ucrania. Rosatom, la agencia atómica rusa, comunicó que tres personas resultaron heridas tras el ataque ucraniano a la instalación y, en la misma línea, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, apuntó que el ataque fue una «muy peligrosa provocación». «Es peligroso, peligroso para la central, peligroso para el territorio que la rodea y potencialmente peligroso para todo al humanidad», añadió a Reuters el director de la planta, Yuri Chernichuk, colocado por las autoridades rusas.
Esta versión, sin embargo, fue rechazada rotundamente por Kiev, cuyas autoridades calificaron la situación de «campaña de provocaciones e información falsa» de Rusia. «Ucrania no está in
Rusia acusa a Ucrania del impacto de los drones contra la central y Kiev lo niega rotundamente
volucrada en provocación alguna en ese lugar», aseguró Andriy Yusov, portavoz de la inteligencia militar ucraniana. Según Yusov, Rusia realiza ataques «simulados» en la central, ha desplegado allí tropas y material militar y ha minado las instalaciones de la planta. Desde el inicio de la ocupación rusa de Zaporiyia, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de utilizar la central con fines militares y de amenazar de esa forma la seguridad nuclear en la zona y en toda la región.
Contexto difícil
En este difícil contexto, Grossi, que lleva advirtiendo de la amenaza de un accidente atómico, volvió también a insistir en que «no es concebible que alguien pueda beneficiarse u obtener alguna ventaja militar o política de los ataques contra instalaciones nucleares». El ataque se produjo semanas después de que el diplomático argentino se reuniese con el presidente ruso, Vladímir Putin, en un encuentro de más de una hora cuyos resultados, de momento, no son más que papel mojado.
Los ataques rusos han dañado durante las últimas semanas el 80% de las centrales térmicas ucranianas y la mitad de las centrales hidroeléctricas, según el ministro ucraniano de Energía, Guerman Galuchshenko. Según el ministro «la escala y el impacto» de esta nueva ola de ataques «son mucho más importantes» que los de la campaña dirigida por Moscú el invierno anterior.
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