Un 65% expulsaría a los «delincuentes multirreincidentes»
Como respuesta a la pregunta más polémica de la encuesta, el 57,9% opina que la ciudad «debería acoger a la mayor cantidad posible de personas».
El Observatori Sociològic 2024 de Sant Cugat (Vallès Occidental), municipio donde Junts y ERC gobiernan con mayoría absoluta, ha puesto el foco sobre la inmigración. La polémica ya saltó en la ciudad cuando trascendió que el estudio incluiría un bloque que vincularía inmigración y seguridad, algo que de hecho generó división entre republicanos y posconvergentes en el Ejecutivo local.
El análisis, que cuenta con una muestra de 1.080 encuestas telefónicas, se llevó a cabo durante la segunda quincena de enero de 2024 con el objetivo de recabar la opinión de la ciudadanía sobre diversos aspectos de la vida en la ciudad durante el año anterior.
Las respuestas en torno al bloque de inmigración y seguridad muestran una doble perspectiva en las opiniones sobre las políticas migratorias de los santcugatenses, hecho por el que el mismo ayuntamiento reconoce que existe «una división en la población».
A modo de ejemplo, en las dos siguientes preguntas se observa una tendencia paradójica. Mientras un 65,6% considera que «los migrantes que cometan delitos recurrentes deberían ser repatriados a sus países de origen», un 57,9% opina que Sant Cugat «debería acoger a la mayor cantidad posible de personas». Cabe destacar que en la ciudad residen únicamente un 14,56% de personas inmigrantes, la mayoría de Europa y América (85,32%), representando los de origen africano únicamente el 5% del total.
La división social de la población también se observa ante la afirmación de que «poner límites a una llegada elevada de personas inmigradas es una política xenófoba». Mientras el 44,8% de la población encuestada está de acuerdo, otro 49,3% .
Inmigración necesaria
Más allá de esta tendencia, la cuestión que ha logrado un mayor consenso (71,4%) es la de que la inmigración «es necesaria para nuestra economía», así como que la Generalitat debería asumir «íntegramente las competencias en inmigración» (63,2%).
Le sigue la afirmación de que «una elevada inmigración puede tensionar determinados servicios públicos de una ciudad» (59,7%). De todos modos, el 55% de los encuestados dice no estar preocupado por «ningún aspecto relacionado con la llegada de extranjeros al municipio», mientras que quienes comentan que les preocupa algo, señalan «delincuencia, robos y seguridad» (30%). Por su parte, el 52% de la población considera que la inmigración «no pone en riesgo las tradiciones y la lengua de Catalunya».
A diferencia de los tres anteriores mandatos, el gobierno municipal de Sant Cugat, concretamente la tenencia de alcaldía de
Relaciones Institucionales, Buen Gobierno y Ciudad Digital, liderada por Jordi Puigneró (Junts), exvicepresidente del Govern, incorporó a este sondeo el bloque de inmigración y delincuencia. La novedad fue objeto de críticas por parte de varios partidos políticos, incluyendo a los republicanos como socios de gobierno de Junts.
De hecho, tanto grupos municipales de la oposición (CUP, PSC y en Comú Podem) como ERC cuestionaron al teniente de alcalde Puigneró, quien ya afirmó en febrero (cuando se filtraron las preguntas del sondeo): «La obligación que tenemos es preguntar sobre temas de actualidad. Es evidente que lo es, ya que lo están preguntando otras Administraciones», sostenía el teniente de alcalde. Los posconvergentes dijeron haberse inspirado en preguntas de la Generalitat a través de su Centre d’Estudis d’Opinió (CEO).
El sondeo se realizó un mes después de que los alcaldes de Junts del Maresme pidieran la expulsión inmediata de los migrantes multirreincidentes y que el debate llegara al Parlament. El discurso sobre inmigración de Junts, que en los últimos meses ha abierto la puerta a que Catalunya pueda decidir si expulsa a inmigrantes multirreincidentes, abrió a su vez un debate en Sant Cugat, la gran ciudad catalana de referencia con alcaldía posconvergente.
■