El cuerpo forestal impulsa la respuesta a emergencias
El Cuerpo de Agentes Rurales aumenta la plantilla, el material y la colaboración con cuerpos policiales, bomberos y equipos de rescate.
«Durante muchos años no se ha visto suficiente la tarea ingente que hemos realizado, hemos estado invisibilizados». Con estas palabras, la directora general de los Agentes Rurales, Elisenda Pérez, reivindica el trabajo «imprescindible» de este cuerpo que en los fallidos presupuestos del Departament d’Interior iba a ser el que más porcentaje de crecimiento iba a tener de todos los que dependen de esta conselleria.
Ya en 2019 se presentó el Plan Estratégico del Cuerpo de Agentes Rurales, que tenía como objetivo el crecimiento del número de equipos humanos y materiales para potenciar las tareas que realiza esta organización en cuanto a preservación del medio natural.
Con una media de edad de los agentes de 57 años, se iniciaron las convocatorias para incrementar hasta los 800 efectivos el número de agentes así como rejuvenecer la plantilla. «No había mucha gente para las tareas que tenemos, que cada vez son más y más complicadas», remarca Pérez, quien también destaca las dificultades que tienen los agentes en su trabajo por el cambio climático.
A finales de año accedieron al cuerpo 54 agentes rurales y «ahora mismo hay tres convocatorias en marcha que incrementarán en 235 efectivos más la plantilla», destaca Pérez. También hay una promoción para 35 plazas de subinspectores del cuerpo en el Instituto de Seguridad Pública.
Además, los Agentes Rurales tienen unidades cada vez más especializadas tanto en investigación de incendios como en atención a la fauna, pasando por el control de la caza y la pesca. Así, Pérez remarca que se ha adquirido material específico, como armas, vestuario, vehículos, equipos ópticos y drones, para que los agentes sean «más eficientes y efectivos». De esta forma, «si antes tardaban días en localizar a una especie herida tras visibilizarla, ahora con drones y apoyo aéreo es más fácil».
«El cuerpo se está modernizando y va hacia la excelencia, estamos donde se nos necesita, más allá de nuestro trabajo diario», destaca la directora general. En este sentido, para Pérez es fundamental que los Agentes Rurales se consideren un cuerpo operativo más dentro del servicio de emergencias de Catalunya, junto a los Mossos o los bomberos.
No solo «informadores»
«Ha sido un salto cualitativo muy grande y muy bueno», destaca la directora general, quien señala que ahora reciben las llamadas de emergencia del 112 para poder actuar. Gracias a esta consideración como cuerpo de emergencia se ha intensificado la colaboración con la policía o los bomberos.
En este sentido, Pérez destaca que los rurales «no son meros informadores, son agentes de la autoridad que realizan todo tipo de tareas», ya sean preventivas, como alertar de posibles acampadas irregulares o caza y pesca furtiva, hasta investigaciones para determinar las causas de los fuegos. En caso de los incendios, «hacen los trámites que corresponden para detectar si se trata de una negligencia o un delito y lo trasladan a la autoridad competente», indica la directora.
«En la parte de detrás de un vehículo, los agentes llevan de todo, desde lo que se necesita para capturar un animal, recoger muestras o material para la investigación de incendios», remarca Pérez, quien añade que las tareas no se limitan al ámbito forestal sino que cuentan con embarcaciones para controlar el litoral marítimo o los ríos.
También se realizan tareas preventivas con asociaciones, empresas relacionadas con el medio natural, ayuntamientos y hasta eléctricas, en los casos relacionados con electrocuciones de fauna protegida. Los Agentes Rurales tienen numerosas funciones muy atractivas, tanto administrativas como policiales, que permiten desde la investigación, la recuperación de fauna o la preservación del medio natural», señala la directora general.
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El objetivo es llegar a los 800 efectivos y rejuvenecer la edad media, que ahora es de 57 años