Sant Jordi recupera toda la Rambla en su primera edición con copago
La ‘diada’ del 23 de abril llega con récord de estands, esponjada en siete distritos de Barcelona y manteniendo la exitosa zona profesional del paseo de Gràcia, donde por primera vez se cobra un cantidad por los servicios.
En el que será el primer Sant Jordi en día laborable desde la pandemia y el primero con copago en el espacio profesional del paseo de Gràcia, el próximo martes 23 de abril la diada del libro y la rosa recuperará en su totalidad el lugar donde nació, la Rambla de Barcelona, desde Santa Mònica a Canaletes. Es una de las novedades, junto con el aumento de estands de libros en la ciudad, que ayer anunciaron el presidente del Gremi de Llibreters, Èric del Arco, y Jordi Ferré, representante de la Cambra del Llibre, que agrupa a los gremios de libreros, editores, distribuidores e impresores de Catalunya.
En la presentación, señalaron que son optimistas tras un primer trimestre de 2024 positivo y que esperan poder mantener las cifras de récord de 2023, en que se vendieron 1,87 millones de ejemplares (el 48% en catalán) y se logró una facturación de 24 millones de euros, que según los libreros, es el equivalente a la de un mes del año.
Eixample y Ciutat Vella
El ya consolidado espacio profesional de paseo de Gràcia (como el año pasado, cerrado al tráfico) acogerá 336 estands de libros, 16 más que en 2023, a los que hay que sumar un centenar de puestos de venta delante de las librerías y las instaladas en otros espacios de la ciudad. Habrá 214 mesas de firmas de autores, una más que el año pasado.
En Ciutat Vella se desplegarán 94 estands. En este distrito, además de mantener el paseo de Lluís Companys como espacio específico para el cómic y la literatura infantil y juvenil, se recuperará la Rambla totalmente (con estands de librerías, rosas y entidades del barrio), enlazando con el paseo de Gràcia y luego con Gran de Gràcia, también cortado, y con puestos de venta desde els Jardinets hasta Travessera, creándose así un gran eje festivo de mar a montaña.
En una edición que esponjará la diada por siete distritos de Barcelona, de Les Corts a Sant Martí, Sant Andreu o Sarrià, otra novedad será el espacio frente a la multipremiada biblioteca García Márquez, en la Verneda, que además de estands acogerá actividades y, previamente, la lectura del pregón de Sant Jordi, a cargo del escritor británico de literatura infantil David Walliams.
Del Arco reveló un cambio en la esperada y mediática lista de los más vendidos que se avanzaba la misma tarde de Sant Jordi, aún antes del cierre de los puntos de venta y de tener datos ni mucho menos definitivos, y que por ello generaba enfados como el del año pasado por las variaciones de subidas y bajadas del podio. Este año, la tarde del 23 de abril, el gremio de libreros dará «una lista de tendencias con los cinco títulos que se estén vendiendo más» por géneros (ficción, no ficción e infantil y juvenil) según los datos recibidos hasta esa hora; el día 24, ofrecerán otra lista actualizada, y, el día 29, sí, la lista definitiva.
El presidente de los libreros recordó que ese listado de los más vendidos solo representa el 5 o 6% de todo lo que se vende en Sant Jordi. «Cada vez es más transversal y es bueno porque llega a más editores y más autores y a un fondo que hace creer en la industria del libro del país y en que el porcentaje del libro en catalán puede seguir creciendo».
En una edición que llega marcada por la polémica de algunas voces del sector que se manifestaron en contra del copago simbólico (desde 80 euros por seis metros para agremiados; 20 euros más para no agremiados) por tener estand en el espacio profesional del paseo de Gràcia, donde llegan a concentrarse un millón de personas, tanto Ferré, como Del Arco, junto al concejal de Cultura del Ajuntament de Barcelona, Xavier
Marcé, y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, defendieron el nuevo modelo.
«Hay quien ha acusado al ayuntamiento de cobrar una tasa por ocupar un espacio por Sant Jordi. Eso no es verdad –recalcó Ferré–. El ayuntamiento cede los espacios gratuitamente y el dinero del copago se utiliza exclusivamente para sufragar los servicios de seguridad, de apoyo y orden del perímetro, de electricidad para ordenadores, iluminación o datáfonos… Eso garantiza una seguridad máxima, además de una estructura más amable para el visitante que va a comprar o buscando firmas de autores en el espacio mucho más amplio de paseo de Gràcia, sin las aglomeraciones de hace años de la Rambla de Catalunya».
«Hay 336 estands de copago en el espacio profesional. El nivel de aceptación es altísimo. Y si no se quiere pagar hay 7.000 espacios abiertos gratuitos por toda la ciudad, de los cuales aún hay 2.000 por ocupar. Gran parte del sector está de acuerdo en que en ese espacio profesional las condiciones para trabajar son mejores, que además de la luz tienes seguridad si hay una avalancha o las firmas sobrepasan límites o es necesario que pase una ambulancia o hay una emergencia. Organizar esto cuesta dinero», apuntó Del Arco, ante un coste de 245.000 euros, de los cuales la Generalitat aporta 175.000 y el ayuntamiento 30.000, y convencido de que «el copago ha llegado para quedarse», aunque tras este Sant Jordi se mantendrá «la reflexión» sobre un tema surgido y consensuado «tras muchas reuniones del sector».
En el resto de Catalunya, además de Girona, Tarragona y Lleida, numerosas poblaciones se han sumado a la apuesta por espacios específicos para la fiesta, entre ellas Amposta, Banyoles, Berga, Cerdanyola, Figueres, Mataró, Manresa, Reus, Sabadell, Terrassa, Tortosa, Tremp, Vic y Vilafranca del Penedès.
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La lista de más vendidos será de «tendencias» y no será definitiva hasta el día 29
Hay 336 puestos de copago y 7.000 espacios gratuitos en toda la ciudad