El gran triunfo de Abuelas por el Clima
El litigio climático más importante hasta la fecha, y que se ha saldado con la condena a Suiza por parte de Estrasburgo, ha sido protagonizado por una asociación de jubiladas residentes en el país helvético.
Todo empezó el verano de 2016 cuando una ola de calor extremo azotó el continente europeo. Entonces un pequeño grupo de mujeres jubiladas residentes en Suiza empezaron a hablar entre ellas sobre cuánto les preocupaba el aumento de este tipo de fenómenos, el «grave impacto en su salud» y, sobre todo, «la falta de acciones de sus gobiernos para luchar contra la crisis climática y evitar que todo esto vaya a más». Ese mismo agosto, en su primera asamblea, consiguieron congregar a 40 asistentes y fundaron la plataforma Klima Seniorinnen (Abuelas por el Clima). Ahora, ocho años más tarde, suman más de 2.000 miembros y acaban de lograr por primera vez en la historia que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condene a un país por su inacción frente a la crisis climática.
Su historia ha sido descrita como la de David contra Goliat. Y no solo porque, en la práctica, se trata de un grupo de jubiladas demandando a un estado como Suiza y elevando la causa hasta el más alto de los tribunales europeos. La fuerza de su historia es, en realidad, la persistencia de su lucha. En 2016, tan solo tres meses después de su fundación, consiguieron aunar más de 500 firmas para presentar una demanda contra el Consejo General de Suiza, así como varios departamentos del Gobierno implicados en las políticas medioambientales. A partir de ahí estuvieron un total de cuatro años presentando alegaciones ante los diferentes tribunales de su país para que admitieran su caso a trámite. Finalmente, en octubre de 2020, tras haber agotado todas las instancias posibles, decidieron elevar el caso hasta Estrasburgo de la mano de Greenpeace.
«Nuestra exigencia es simple: los gobiernos tienen la obligación de proteger nuestra salud frente a los impactos de la crisis climática», afirmó entonces Rosmarie Wydler-Wälti, portavoz de la plataforma. El grupo denunció, por un lado, la falta de compromiso de los gobiernos en la lucha contra la crisis climática y en la aplicación de medidas como, por ejemplo, la reducción de emisiones necesarias para frenar el calentamiento global. Por otro lado, también denunciaron la falta de protección que se brinda a los ciudadanos para hacer frente a los eventos climáticos cada vez más extremos que sufre el planeta como es el caso de las olas de calor. Asimismo, denunciaron el total desamparo del sistema judicial de su país por negarse a atender sus quejas. El caso de estas mujeres ha permanecido un total de cuatro años en los tribunales europeos y casi una década en sus reivindicaciones. Ayer, finalmente, el TEDH se pronunció en favor de la demanda interpuesta por estas mujeres. Se trata de la primera sentencia de este tipo dictadaen Europa y que podría sentar un precedente. La lucha de estas mujeres no solo suponen una victoria histórica para ellas, sino que podría ser clave para asegurar el bienestar de las generaciones futuras. «Estamos ante una victoria intergeneracional que demuestra la importancia de la solidaridad entre jóvenes y mayores», destaca la joven activista Catarina dos Santos Mota, del grupo Youth4ClimateJustice, congregada en Estrasburgo durante la lectura de esta sentencia.
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«Los gobiernos tienen la obligación de proteger nuestra salud», defiende la portavoz