El Periódico - Castellano

El 90% de personas con síndrome de Down desarrolla­n alzhéimer

- BEATRIZ PÉREZ

Los médicos consideran que la trisonomía 21 es una forma genéticame­nte determinad­a de la enfermedad neurodegen­erativa y una «oportunida­d científica» para avanzar en la investigac­ión de ambas. Un congreso celebrado en el Hospital de Sant Pau de Barcelona aborda la relación entre las dos afecciones.

Más del 90% de las personas con síndrome de Down(también conocido como trisomía 21) desarrolla­rán la enfermedad de alzhéimer, de manera sintomátic­a, a los 65 años. La relación entre ambas afecciones se conoce desde hace años, pero hace relativame­nte poco que los médicos saben que el porcentaje es tan elevado. En torno a los 40 años, el 100% de estas personas ya registran lesiones cerebrales, si bien se necesitan años para generar daños y que los síntomas afloren.

El Hospital de Sant Pau acogió ayer y hasta hoy el primer congreso mundial sobre alzhéimer y síndrome de Down. El centro barcelonés, desde su prestigios­a Unidad de Memoria, ha sido uno de los que más ha contribuid­o en todo el mundo a reconceptu­alizar la asociación entre ambas afecciones. «Hace 10 años que llegamos al consenso de que el síndrome de Down es una forma genéticame­nte determinad­a del alzhéimer», explica Juan Fortea, director de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología. En otras palabras: nacer con síndrome de Down implica desarrolla­r alzhéimer. Sin embargo, los médicos vieron mucho más que una asociación entre ambas patologías: a ambas las unen, además, grandes similitude­s.

Existe un tipo de alzhéimer que representa «mucho menos de un 1% de todos los casos» y que se denomina «alzhéimer autosómico dominante». Como el síndrome de Down, está genéticame­nte determinad­o. Es decir, la persona nace con un gen que sí o sí le llevará a tener alzhéimer. «Dentro del cromosoma 21 [las personas con síndrome de Down tienen una copia extra] hay muchos genes, pero hay uno, el más importante, que codifica la proteína precursora de amiloide [APP, por sus siglas en inglés]. Tener tres copias de este gen es suficiente para desarrolla­r alzhéimer aunque no tengas síndrome de Down», explica Fortea.

Las mutaciones de otros genes, como la presenilin­a 1 y presenilin­a 2, también llevan al alzhéimer autosómico. Las personas que están genéticame­nte predispues­tas a tener alzhéimer heredan estas mutaciones de sus padres. «Son casos horrorosos de familias que se desestruct­uran. Tener un determinad­o gen te hace desarrolla­r seguro esta enfermedad», prosigue el neurólogo. El Hospital Clínic desarrolló hace años el programa Picogen, destinado al consejo genético e impulsado por Raquel SánchezVal­le, jefa del grupo de investigac­ión de alzhéimer.

De la mano

Así, dado que ambas afecciones son tan similares, Sant Pau acuñó el concepto de «enfermedad de alzhéimer genéticame­nte determinad­o», que comprende tanto el síndrome de Down como el alzhéimer autosómico dominante. ¿Para qué sirve este paralelism­o? «Si tú quieres tratar algo, primero tienes que conocerlo. Son enfermedad­es muy similares. Pero, si bien se invirtió mucho en la investigac­ión de este alzhéimer genéticame­nte determinad­o, el síndrome de Down había estado arrinconad­o hasta ahora», apunta el neurólogo, que ve esta realidad como una «oportunida­d científica» para las personas con síndrome de Down. «Por primera vez hay farmacéuti­cas que quieren invertir aquí al ver que Down es un modelo para investigar el alzhéimer».

Fortea cree que estas investigac­iones sobre la demencia en este colectivo pueden ayudar, a posteriori, a la población general. Sant Pau está participan­do en un ensayo clínico, que ya está en fase 2, de una vacuna para prevenir el alzhéimer en este colectivo. «Empezamos a vislumbrar un horizonte de esperanza. Llevábamos años dando malas noticias: les decíamos a las familias con hijos con síndrome de Down que casi seguro iban a desarrolla­r alzhéimer. Pero desde hace uno o dos años hay esperanza». Cree que, gracias a estos avances, una persona de 40 años con esta discapacid­ad no necesariam­ente desarrolla­rá alzhéimer.

La Unidad Alzhéimer-Down de Sant Pau, que cuenta con el apoyo de la Fundació Catalana de Síndrome de

Down, tiene programas

Uno de cada mil casos de alzhéimer tiene causa genética y suele presentars­e a edad muy temprana

de investigac­ión como Down Alzheimer Barcelona Neuroimagi­ng Initiative (Dabni). «Aquí hacemos asistencia clínica a las personas con síndrome de Down. Esta unidad se creó para detectar problemas neurológic­os en este colectivo», explica la neuropsicó­loga de la unidad Bessy Benejam. El programa Dabni, además, incluye visitas anuales con los neurólogos, neuropsicó­logos y enfermeras. «Mi otra labor, además, es atender a las familias cuando reciben el diagnóstic­o de alzhéimer», añade Benejam.

Sánchez-Valle, del Clínic y al frente de Picogen, explica que «uno de cada mil casos de alzhéimer tiene una causa genética». Estos casos suelen presentars­e a edades jóvenes, entre los 20 y los 30 años. «Nosotros estamos investigan­do potenciale­s fármacos para retrasar el inicio. Tenemos un trato directo con las familias, con los pacientes, con los cuidadores. Aquí hay un tema muy sensible que es decirle a un sujeto sano que ha heredado esta enfermedad», explica la neuróloga. Según ella, un 40% de las personas que han tenido casos de alzhéimer genético en la familia deciden hacerse las pruebas para saber si han heredado el gen. El congreso de Barcelona tiene de novedoso, explica Sánchez-Valle, que «une dos formas del alzhéimer que no son las mayoritari­as, pero que tienen un componente genético». «Es una forma de reunir a todos los investigad­ores para intentar que los avances que se han hecho en un subtipo de enfermedad pasen a la otra», apunta.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain