Vuelve a casa un segundo grupo de vecinos desalojados por el derrumbe
Los vecinos del número 11 de la calle Canigó, evacuados el 20 de febrero por la aparición de grietas que suponían un peligro para la estabilidad de la finca, han regresado a sus pisos. Así lo anunció ayer el tercer teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Badalona, Daniel Gracia: «Hemos citado a los vecinos para comunicarles que, una vez apuntaladas de forma aérea las viviendas, pueden volver a su casa».
Se trata del segundo grupo de vecinos que pueden poner fin su destierro habitacional, después del derrumbe mortal del día 6 de febrero, y la posterior evacuación de cinco edificios cuya estabilidad estaba comprometida. El 27 de marzo, 18 de las 20 familias del número 5 de la misma calle recibían permiso del consistorio para volver a casa, fueron los primeros. No corrieron la misma suerte los vecinos del número 7 de la calle Canigó, a los que el 22 de marzo se les comunicó que no podrían retornar hasta que se llevasen a cabo las obras de refuerzo de la estructura del bloque. Unas obras que, por otro lado, tendrán que acometer las 21 fincas afectadas de las calles Canigó, Llefià y Ausiàs Marc.
Así, el consistorio sigue trabajando para apuntalar las viviendas de los números 116 y 118 de la calle Ausiàs Marc. El concejal Gracia anunció que las tareas de apuntalamiento aéreo del número 116 «están acabadas en un 40%», de manera que la previsión es que la próxima semana los técnicos municipales puedan valorar si los vecinos pueden volver o no a sus casas.
La portavoz de En Comú Podem en Badalona, Aïda Llauradó, denunciaba esta semana en redes que el Ejecutivo local había dejado en la calle a las familias que restaban hospedadas en pensiones, tras la finalización del decreto de emergencia: «Lo que están haciendo es inhumano, una vergüenza». El consistorio insiste en que hasta la finalización del decreto de emergencia que el Gobierno Albiol firmó días después del derrumbe restaban cinco familias en pensiones.
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