Raphinha, al cuadrado
«Fue la mejor noche de mi carrera», confesó el brasileño tras sus dos goles al PSG. El primero lo celebró con la lengua fuera para recordar a Neymar, y el segundo, bailando como Ronaldinho.
Lo tenía preparado. Y se lo había dicho a Natalia Rodrigues, su mujer. Si marcaba algún gol en París quería celebrarlo a lo Neymar, una de sus referencias futbolísticas, uno de esos jugadores a los que quería imitar cuando era un niño. Pero luego, al ver el rostro de Ronaldinho en el marcador del Parque de los Príncipes, a su otro ídolo, pensó que debía ser su noche. Y lo fue. Fue, sin duda alguna, la mejor noche en el Barça de Raphinha, un brasileño singular.
Al lograr dos goles en el triunfo (2-3) pudo complacer a ambos. En el primero, que anotó con la derecha, sacó la lengua neymariana, justo delante de los ultras del PSG, que tanto habían denigrado a su ídolo. En el segundo, con el exterior de su bota izquierda, lleno de precisión y delicadeza tras un mágico pase de Pedri, bailó junto al banderín de córner tal si fuera Ronnie, nacidos ambos en Porto Alegre. Raphinha tenía 6 años cuando la sonrisa de Ronaldinho despertó al depresivo Camp Nou.
El mejor del partido
«Yo estaba calentando y vi en la pantalla que Ronaldinho estaba en el campo y fui a buscarlo para saludarlo», reveló Raphinha en una entrevista con TNT de Brasil mientras sostenía el trofeo de mejor jugador del PSG-Barça en su mano izquierda. «¿Bonito, eh? Faltaba en mi colección, faltan algunos. Pero este lo buscaba desde hace tiempo». Y lo abrazó en París, ciudad donde Ronaldinho abrió la puerta de Europa antes de activar el círculo virtuoso de Laporta en su primer mandato. «Le tengo un cariño enorme por la proximidad que tiene con la gente. Quise darle un abrazo», confesó Raphinha tras saludar a Ronnie. Ha soportado en estos meses iniciales el peso de ser el fichaje más caro de Laporta en su segundo mandato: 58 millones más siete en variables pagó el Barça al Leeds. Era cuando Raphinha tenía de agente a Deco. Y ahora Deco es director deportivo del Barça. En su primer curso, anotó 10 tantos y 12 asistencias en 50 partidos. Ahora, suma 8 y 10 asistencias en 30 encuentros.
Feliz atacando el espacio
En París, la ciudad donde Neymar nunca fue feliz, arrepintiéndose desde el día 1 en que llegó por permitir que el PSG ejecutara aquella cláusula de 222 millones de euros (verano 2017), Raphinha alcanzó su particular paraíso. «Ha sido la mejor noche de mi carrera. ¿La celebración de Neymar? Ya había avisado a mi mujer que si marcaba aquí así lo haría. Y era un homenaje a él», reveló el delantero, quien no había marcado en la Champions. Y al PSG le hizo dos justo cuando Europa solo miraba a Mbappé o Lamine Yamal, ese niño de 16 años que le quitó su lugar en la banda derecha. Expulsado de su rincón tampoco tenía sitio en la izquierda eclipsado por João Félix.
Pero el Xavi más creativo desde que anunció en enero su marcha, le dibujó a Raphinha un espacio nuevo: parte superior izquierda del cuadrado. «Es uno de los mejores del mundo atacando el espacio», contó ayer Xavi elogiando su capacidad para otear paisajes vacíos a la espalda de la defensa.
Pedri: «Ya te daré el balón así»
Así llegó, por ejemplo, el 2-2 tras una golosina de Pedri. «Lo gracioso es que en el entrenamiento de dos días antes yo hice ese movimiento y Pedri no me pasó el balón. Y entonces yo fui a decirle por qué y Pedri me respondió: ‘No te preocupes, en el entreno no lo he hecho, pero en el partido ya te daré un balón así». Dicho y hecho. Pase majestuoso, «gol de sombrero», como lo calificó luego Luis Enrique, y Neymar, que celebró con emoticonos ese gesto, y Ronaldinho, felices ambos. Cada uno con el festejo especial de Raphinha, ese brasileño que no regatea como ellos. Ni tiene su fantasía. Pero tras buscar su espacio, el cuadrado de Xavi se lo ha dado.
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