Los países árabes se unen para reclamar moderación entre Irán e Israel
Como cada noche en los últimos seis meses, decenas de jordanos se acercaron a las inmediaciones de la embajada de Israel en su país. Desde el inicio de la guerra en Gaza, protestan contra el tratado de paz firmado entre ambos países en 1979, exigiendo su disolución. Esa noche, en cambio, a los cánticos memorizados de los manifestantes, se les unían miradas inquietas al cielo. Por encima de sus cabezas, pasaron decenas de drones y misiles lanzados por Irán con destino a Israel. En el primer ataque militar directo de Teherán a Tel Aviv del sábado, también ocurrió otro hecho insólito: las fuerzas aéreas jordanas salieron en defensa del Estado hebreo. Este gesto es el ejemplo más significativo del apoyo directo o indirecto que los países árabes han brindado a Israel, su histórico enemigo.
La mayoría se han quedado en llamamientos a la contención hacia ambos países. Arabia Saudí expresó su profunda preocupación y pidió «los niveles más altos de autocontrol» en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores publicado el domingo. Egipto declaró el estado de «alerta máxima», según medios locales, y su ministerio también enfatizó la necesidad del «máximo autocontrol para evitar una mayor inestabilidad y tensión en la región».
Urgencia de un alto el fuego
Los países del Golfo advirtieron de la creciente «inestabilidad» en la zona y expresaron la urgencia de alcanzar un alto el fuego en la guerra contra Gaza, donde más de 33.797 palestinos han muerto.
La colaboración con Israel superó el ataque mil veces anunciado con nota y gracias a la ayuda de sus aliados. Pese a mantener relaciones diplomáticas desde hace décadas, Jordania no se contaría entre uno de sus principales socios en los últimos meses. Con una importante presencia palestina entre su población, incluida la reina Rania, Amán se ha mostrado muy crítico con la ofensiva israelí.
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