Entre el barullo político y la ideología
La expresión idea fuerza, sin guion según recomienda Fundéu RAE, la creó el filósofo francés, Alfred Fouillée, a finales del siglo XIX para resumir un mensaje que en sí mismo puede convertirse en líder. Como aseveran los politólogos contemporáneos no existen líderes políticos, sino mensajes que son líderes, y después llega el resto. Sin entrar en divagaciones sobre qué hay de cierto en todo esto, y sabiendo que no existen respuestas únicas, lo evidente es que esta precampaña catalana se está significando con contundentes ideas fuerzas que pretende n contrarrestar al contrario. Quiero decir que no son ideas fuerza aisladas, sino alentadas para reconducir otros mensajes políticos.
Voy con varios ejemplos. Una idea fuerza que se ha instalado entre muchos analistas es que la tendencia apunta a que Carles Puigdemont pueda ganar las elecciones del 12M. Lo cierto es que las encuestas, las fiables y las que no lo son, apuntan en sentido contrario, pero eso da igual.
De ahí las ideas fuerza. Esta información oculta varios intereses, pero el más importante es movilizar al voto anti-Puigdemont.
Existe otra idea también interesante que ha aparecido de pronto sin un referente concreto que asegura que el Salvador Illa ganador se verá forzado a declinar sus intenciones a la presidencia para dejar paso a Puigdemont hacia la Generalitat por designios de la Moncloa. Esta idea fuerza es mucho más retorcida y busca mostrar la pleitesía del PSC ante la fuerza centralista del PSOE. La propuesta tiene un doble objetivo: desmerecer la figura de Illa como líder catalán y alertar de que un voto al PSC es una opción hacia el independentismo. Esta propuesta tampoco está consolidada con ninguna tendencia, ni declaración, ni intención oculta. Simplemente, es una idea que colisiona con el voto socialista, en este caso sin contenido, ni ideología. Y sin Historia. Ya José Montilla demostró hace 18 años que las cosas en la calle Pallars, entonces Nicaragua, no van por ahí.
Otra de las ideas fuerza citadas durante las últimas semanas tiene denominación. Se trata de hacer un Trias, con relación a la decisión de Daniel Sirera de utilizar sus votos para convertir al socialista Jaume Collboni en alcalde, en contra del bloque independentista. En este caso, el misil va dirigido hacia el Partido Popular. Alimenta el voto a Vox, en contra del trabajo que está haciendo Alejandro Fernández para fortalecer esa fuga de papeletas. La idea fuerza se resumiría en «si votas al PP, Sánchez gana».
Es interesante este resumen si buceamos en el principal rechazo del votante popular, tanto en Catalunya como en el resto de España. Y ese rechazo se visualiza principalmente en el rostro de Pedro Sánchez. Así que no es una mala idea fuerza para contrarrestar esa opción.
Según los politólogos contemporáneos no existen líderes políticos, sino mensajes que son líderes, y después llega el resto
Existen más y circulan por las redes y las tertulias en general, nacidas de la nada o de los constructores de mensajes electorales. Es como un juego de cartas nada ideológico, un barullo intelectual y político.
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Álex Sàlmon es periodista. Director del suplemento ‘Abril’ de Prensa Ibérica