Xavi: «Por una decisión arbitral se acaba el trabajo de una temporada»
El técnico del Barça estaba furioso. Tras ser expulsado por tercera vez esta temporada, calificó de «innecesaria» la expulsión de Araujo y acusó al colegiado rumano de ser «un desastre».
EL CAMINO A LA FINAL
Acabado el partido, Xavi, que había sido expulsado (tercera tarjeta roja en esta temporada), volvió al césped. Estaba echando fuego por la boca. Pero tuvo tiempo, eso sí, para abrazarse a Luis Enrique tras el 1-4 que echó al Barcelona de la elite europea. Y eso que el partido había empezado de maravilla con el gol de Raphinha. A partir de ahí, todo se envenenó peligrosamente con la expulsión de Araujo, prólogo del derrumbe que terminó con Lamine Yamal siendo sustituido para que entrara Iñigo Martínez.
Acabó llorando el joven adolescente, mientras Xavi seguía discutiendo con Kovacsk, el colegiado rumano que le había enviado al vestuario. Un vestuario del que volvió para enfrentarse al árbitro que ya había aprovechado la segunda mitad para expulsar a uno de sus ayudantes: De la Fuente, el entrenador de porteros. También vio la tarjeta amarilla Òscar Her
nández, que ejerció de segundo y de primero, algo demasiado habitual porque Xavi vio la roja en Getafe, luego en el Metropolitano con el Atlético y en Europa frente al Paris SG. Demasiada condena.
La ira del técnico
«Todo el trabajo de una temporada se termina por esta decisión arbitral», dijo tremendamente enfadado el técnico azulgrana, volcando toda su ira hacia el colegiado rumano. «El árbitro ha sido un desastre. Le he dicho que era muy malo», reveló Xavi quien abandonó el vestuario para enfrentarse al colegiado. «Es una expulsión innecesaria. Ha sido un desastre, termina la eliminatoria por completo, es la realidad, marca tanto la eliminatoria que lo tenemos que decir, no nos podemos callar».
No se calló Xavi. «La jugada marca la eliminatoria por completo. Hay otra eliminatoria. Es demasiado pitar roja en esa jugada. Hay otro partido, otra eliminatoria. Estoy enrabietado», dijo, una y otra vez, el entrenador, dolido porque esa acción resultó determinante, según su opinión, para explicar su adiós de Europa. Y al ser preguntado sobre si estaría la próxima temporada dirigiendo al Barça, el técnico esquivó dar una respuesta concreta: «Yo no soy el importante», subrayó la noche en que Dembélé se marchó pitado de Barcelona, pero con el trofeo de mejor jugador del partido tras marcar el 1-1 en un error de Cancelo y provocar el penalti del 1-3 en otro error del mismo Cancelo. «No pasa nada con esos pitos», dijo el exazulgrana.
■