El Periódico - Castellano

Israel aprovecha la guerra para acelerar los asentamien­tos en Jerusalén Este

▶ Desde el 7 de octubre el Estado judío ha aprobado con una rapidez inusitada una veintena de proyectos en el sector ocupado de la ciudad ▶ El derecho internacio­nal los considera ilegales

- RICARDO MIR DE FRANCIA NCIA

La vida de los palestinos de Jerusalén no deja de constreñir­se. No hay barrio árabe en la capital que ambos pueblos se disputan que no tenga un asentamien­to judío pegado a su lindes, un plan de desarrollo urbanístic­o para levantarlo o grupos de colonos incrustado­s como avanzadill­a en alguna de sus viviendas, protegidas como fortines y distinguib­les por el revuelo de banderas con la estrella de David en sus tejados. El objetivo respaldado por los sucesivos gobiernos israelíes ha sido judaizar los barrios palestinos del este de Jerusalén y crear hechos consumados que hagan inviable la eventual división de la ciudad y el pretendido estado palestino. Esa política apenas ha variado durante décadas, pero desde el fatídico 7 de octubre se ha acelerado a marchas forzadas aprovechan­do la distracció­n de Gaza.

En estos seis meses el Gobierno israelí ha aprobado la construcci­ón de dos nuevos asentamien­tos en Jerusalén Este, algo que no sucedía desde hace una década, y un total de 20 proyectos para construir miles de viviendas en el sector ocupado de la ciudad, según publica The Guardian. «La rapidez en la tramitació­n de estos planes en los últimos seis meses no tiene parangón», le ha dicho al diario británico Sari Kronish desde la organizaci­ón de derechos humanos Bimkon. «A pesar de que muchos departamen­tos gubernamen­tales cerraron o redujeron su actividad tras el 7 de octubre, las autoridade­s al frente del desarrollo urbanístic­o siguieron adelante aprobando estos planes a una velocidad sin precedente­s».

La otra novedad es que el Gobierno israelí, el más extremista en la historia del país, ha dejado de esconderse detrás de su chivo expiatorio predilecto. «Hasta ahora el Estado de Israel no construía dentro de los barrios palestinos. Lo hacía a través de terceros, como los colonos, sus empresas y organizaci­ones. Pero nunca directamen­te», asegura a este diario el abogado Daniel Seidemann, experto en la geopolític­a de Jerusalén y asesor de varios gobiernos extranjero­s. «Todo eso ha pasado a mejor vida. Estos planes han sido concebidos y aprobados por el Ministerio de Justicia».

57 años de asentamien­tos

Los asentamien­tos son ilegales, de acuerdo con el derecho internacio­nal. Un «crimen de guerra», según afirmó el mes pasado Volker Türk, el Alto Comisionad­o de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, porque implican la transferen­cia de población civil israelí al territorio ocupado. Lo que no ha impedido a Israel saltarse la ley de forma reiterada desde 1967, cuando conquistó Cisjordani­a, Gaza y Jerusalén Este durante la Guerra de los Seis Días. Inicialmen­te, algunos de sus líderes argumentar­on que convenía retenerlos para usarlos eventualme­nte como moneda de cambio por la paz con los países árabes. Así se acabó haciendo con el Sinaí egipcio. Pero muchos otros se dejaron llevar por la borrachera mesiánica

que siguió a aquella fulgurante victoria con la captura de las cunas bíblicas del pueblo judío. Desde Hebrón a Nablus, pasando por Jerusalén.

Los dos nuevos asentamien­tos en el este de Jerusalén rodearán el barrio palestino de Beit Safafa, al sur de la ciudad, bloqueando prácticame­nte su acceso a Cisjordani­a y haciendo un poco más difícil un potencial acuerdo de paz con los palestinos. Uno de ellos, Givat Hamatos, llevaba una década congelado por la oposición internacio­nal. El otro, Givat Shaked, se concibió a mediados de los 90, pero la presión de Estados Unidos acabó forzando a Israel a guardarlo en el armario. En este último se contempla la construcci­ón de 700 viviendas. «700 viviendas son más del total de viviendas que Israel ha construido para los palestinos en la ciudad desde 1967», explica Seidemann.

Y es que para los palestinos todo son trabas administra­tivas. Les resulta tan difícil obtener un permiso municipal para expandir sus barrios o siquiera levantar una nueva planta en su casa, que acaban rindiéndos­e y construyen­do sin permisos. Miles de viviendas palestinas han sido demolidas en Jerusalén Este a lo largo de los años por este motivo. «En suma, todo es parte del proceso de desnaciona­lización de los palestinos de Jerusalén», asegura Seidemann, el abogado judíoisrae­lí. «Es decir, tratarlos como gente sin derechos políticos ni igualdad respecto a los israelíes. Por eso los fondos gubernamen­tales se dedican siempre a apoyar a los colonos en detrimento de los palestinos», concluye.

Los dos nuevos asentamien­tos judíos rodearán el barrio palestino de Beit Safafa

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Atef Safadi / Efe Una panorámica de Jerusalén.
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