El FMI pide a los países grandes ajustes para sanear la deuda de la pandemia
▶ El organismo urge a los gobiernos a eliminar «de inmediato» la política fiscal que sube el gasto ▶ La entidad admite que las elecciones dificultan el objetivo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprieta a los países para que acometan ajustes decididos en sus presupuestos, que permitan sanear los elevados niveles de déficit y de deuda pública heredados de la pandemia y de la posterior crisis de inflación. «Muchos países necesitan ajustes fiscales mayores que los previstos para salvaguardar la sostenibilidad fiscal y reconstruir las reservas», sostiene el informe Monitor fiscal, publicado por el FMI ayer, antes de admitir que el gran año electoral –con elecciones generales en 88 países– constituye «el riesgo más grave» para las finanzas públicas globales.
«Los gobiernos deberían eliminar de inmediato los legados de la política fiscal de la era de la pandemia, incluidas las medidas para compensar los altos precios de la energía, y aplicar nuevas reformas para frenar el aumento del gasto», afirma el organismo que dirige Kristalina Georgieva en el Monitor fiscal publicado en el marco de al reunión de primavera del FMI. «También es imperativo que los aumentos del gasto vayan acompañados de aumentos correspondientes de los ingresos a lo largo del tiempo», se añade. Y, en este punto, el FMI sugiere que «en las economías avanzadas, centrarse en los beneficios extraordinarios, como parte del sistema fiscal sobre la renta de las empresas, podría impulsar aún más los ingresos»
Las proyecciones que realiza el FMI no son tranquilizadoras. En ausencia de los ajustes requeridos, el FMI prevé que el déficit público global (del 5,5% del PIB mundial en 2023), aún se mantendría en un elevado 4,3% del PIB en 2029 (por encima del 3,6% previo a la pandemia) y que la deuda pública –del 93,2% del PIB en 2023– escalaría hasta rozar el 100% en 2029 (98,8%), impulsada por algunas de las economías más grandes, como EEUU, China, Italia o el Reino Unido. En 2019, la deuda pública mundial se situaba en el 84,2% del PIB global.
Un punto por año
En general, para las economías avanzadas, el FMI considera que el ajuste (o reducción) promedio de los déficits primarios (sin sumar el pago de intereses por la deuda pública) necesario para estabilizar los niveles de deuda debería ser de un punto porcentual de PIB cada año. No obstante, se señala que los gobiernos deberían calibrar el ritmo de consolidación según las circunstancias específicas de cada país, «logrando un equilibrio entre los riesgos fiscales y la fortaleza de la demanda privada, para evitar ajustes perturbadores».
Para el caso español, el FMI prevé que el déficit público anotado en 2023 (3,6% del PIB), puede bajar al 3,1% en 2024 y se mantendrá en ese entorno hasta 2029 (3%). En cuanto a la deuda pública española –que cerró 2023 en un nivel del 107,5% del PIB–, aún se mantendría en el 104,2% del PIB en 2029. No en vano, en su reciente informe sobre la economía española, publicado este abril, el FMI recomienda a España un ajuste presupuestario de tres puntos porcentuales del PIB entre 2024 y 2028, a razón de «un ajuste fiscal anual promedio de alrededor de 0,6 puntos porcentuales».
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