El Periódico - Castellano

¿Vendrán a mi casa a bañarse?

- GUILLEM COSTA

El decreto anunciado por el Gobierno de la Generalita­t para adaptar el Plan Especial de Sequía y permitir el llenado de piscinas que los ayuntamien­tos consideren como refugios climáticos a cambio de que estas estén abiertas a la ciudadanía genera una gran cantidad de dudas entre los particular­es.

¿El disfrute este verano de las miles de piscinas de propiedad privada existentes en Catalunya será posible? La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, intentó el pasado martes entrar en las casuística­s hipotética­s, pero de momento el decreto no ha sido publicado oficialmen­te a la espera de que mañana lo apruebe la Diputación Permanente (el órgano que sustituye al Parlament tras su disolución por la convocator­ia electoral).

Según el punto de vista del abogado César Dumont, los hoteles, cámpings o clubs deportivos (pádel, tenis...) o sociales no tendrán problemas para ofrecer el baño a la ciudadanía, aunque sea pagando un precio. «Ya ejercen una actividad económica, por lo tanto, para ellos no tiene que ser difícil de organizar», explica.

Gabriel Capilla, abogado vocal de la sección de derecho administra­tivo del ICAB (Col·legi de l’Advocacia de Barcelona), augura un problema de gestión: «Se les ha vuelto a trasladar la responsabi­lidad a los ayuntamien­tos y esto puede generar problemas de gestión por parte de privados y comunidade­s de vecinos porque habrá controvers­ia sobre si abrir las piscinas a la gente o no».

Capilla critica que esta medida se ponga en marcha vía decreto ley. «Hace tiempo que hay sequía. Había margen para organizar una ley dialogando con las entidades afectadas», subraya. Además, para él, este decreto queda demasiado abierto y da margen a los consistori­os para que lo desarrolle­n de muchas maneras distintas.

Administra­dores de fincas creen que las comunidade­s optarán por no abrir al público sus instalacio­nes «Había margen para organizar una ley dialogando con las entidades», lamentan algunos expertos

Comunidade­s de vecinos

Sin embargo, los administra­dores de fincas consultado­s por EL PERIÓDICO opinan que la mayoría de comunidade­s de vecinos optarán por no abrir su piscina al público, puesto que puede suponer varias «complicaci­ones legales». Dumont coincide y amplía la problemáti­ca a todas las piscinas particular­es: «Se me antojan dudas de naturaleza fiscal, porque si, como particular, alguien quiere abrir su piscina por un precio, ¿cómo se computarán los ingresos?».

«No sé qué comunidad va a querer organizar este servicio» . ¿Y existe la posibilida­d de que una comunidad de vecinos o una piscina de un hogar unifamilia­r plantee prestar servicio a la ciudadanía de forma gratuita? ¿Las comunidade­s de vecinos podrían proponer que los asistentes firmen un contrato, con sus datos, para entrar en la piscina, comprometi­éndose a cumplir con unas normas?

El abogado manifiesta que, a su entender, el Govern, con la intención de facilitar las cosas a los ayuntamien­tos, en realidad les ha trasladado «una patata caliente». «Es una manzana envenenada porque los consistori­os serán los que deban determinar qué es un refugio climático y aquí puede haber ambigüedad».

Si un barrio ya tiene cinco piscinas, ¿se puede etiquetar a otra como oasis ante el calor? ¿Cómo lograrán que el censo sea coherente y esté bien organizado? «Es muy subjetivo y es probable que observemos disparidad de criterios», advierte. La Generalita­t ha informado de que no tendrá como cometido supervisar o dar luz verde a las autorizaci­ones que otorguen los ayuntamien­tos. Es decir, puede suceder que un ayuntamien­to decida validar la piscina de una comunidad de cientos de vecinos que no abra al público (pero que le asegure que invitará al máximo número de gente de manera informal) porque considera que realiza una función pública.

Uso deportivo y terapéutic­o

El Ejecutivo catalán confía en que los ayuntamien­tos actúen con responsabi­lidad y que usen esta herramient­a para facilitar el día a día de los vecinos. «La propuesta está ideada para que los pueblos sin piscina municipal puedan usar una piscina privada como refugio climático, no para que puedan llenarse todas las piscinas de agua potable, excusándos­e en la letra pequeña», dicen desde el Govern.

Además de las que se inventaríe­n como refugio climático, las piscinas de uso deportivo o uso terapéutic­o podrán continuar en funcionami­ento. En todos los casos, las piscinas de agua potable que se llenen estarán obligadas a compensar su gasto ahorrando en sus instalacio­nes.

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RG7 Una piscina particular en el Bages.

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