A Wamba Buluba, el corazón de la Barcelona rocanrolera
El club de los sonidos ‘vintage’ celebra su 11 aniversario en La [2] de Apolo con las actuaciones de Ray Collins’ Hot Club y Los Torontos.
Desde hace décadas, Barcelona arrastra el cliché de ser una ciudad que ha dado la espalda al rock’n’roll para apostar por otros géneros musicales más a la última (más modernos, por decirlo de alguna manera). Como todos los lugares comunes, esa es una verdad solo a medias. César Turis (también conocido como Turista BangBang, su nombre de disc-jockey) lleva más de 10 años luchando contra ese tópico al frente del A Wamba Buluba Rock’n’Roll Club, una iniciativa nacida el 6 de marzo de 2013 en el Marula Café de la calle de Escudellers que en este tiempo ha acogido más de 700 conciertos y sesiones y que, quizá más importante, ha servido para reunir a las distintas familias del rock vintage barcelonés en una gran congregación en la que el afán de diversión está muy por encima de los recelos tribales de antaño.
«Yo vengo de la escena valenciana –explica Turis, que es de Benidorm– y allí el rock’n’roll no es algo tan sectario como pueda serlo en Madrid o Barcelona. Tenemos la misión de la diversión y cualquier banda que sea divertida entra dentro del amplio espectro del rock’n’roll, ya puede ser una big band de rhythm and blues, de jive o de swing hasta un grupo de punk del 77 inglés. En Barcelona, las escenas estaban muy segmentadas y el A Wamba ha roto con eso totalmente. Nos gusta mezclar, meter un grupo de punk y seguir con una sesión de rockabilly».
A Wamba Buluba tuvo una residencia semanal fija en el Marula Café hasta finales de 2018. Desde entonces, se ha ido moviendo por diversos locales de Barcelona y ha organizado con cierta regularidad fiestas y sesiones también en otras ciudades como Valencia, Bilbao, Madrid y hasta Buenos Aires. Ha sido más de una década de intensa actividad alimentada por lo que Turis define como «pasión pura y dura». «Esto da para comer lo justo, pero hacer lo que te gusta es lo mejor que te puede pasar en la vida –señala–. A mí el trabajo no me pesa. Me divierte crear, probar cosas nuevas, pegarme hostias, volver a empezar de cero, ilusionarme… Mis colegas con más mentalidad empresarial probablemente dirán que lo que hago no sale a cuenta, pero mientras tenga para comer y pagar al alquiler sí me sale a cuenta, porque vivo como quiero».
11 años de pasión y rock’n’roll
Para celebrar estos primeros 11 años de pasión y rock’n’roll, A Wamba Buluba celebra hoy en La [2] de Apolo un fiestón por todo lo alto con las actuaciones de Oscar–Wolf & Washboard Quico –«Oscar es un bluesman de aquí que va a su bola, pero es buenísimo; cada vez tira más para atrás y está ya en los años 20»– ; Los Torontos –«un supergrupo de rock’n’roll y rhythm & blues formado por los capitanes de diversas bandas de la ciudad»–, y el colofón de los alemanes Ray Collins’ Hot Club –«una big band de rhythm and blues, jive y swing que tiene unos discos brutales y una puesta en escena muy contundente»–. Un
pack que aúna el gusto por la música añeja y la invitación al bailoteo, fórmula sobre la que el A Wamba ha sustentado su éxito. «No tienes que ser un erudito de rock and roll para disfrutar de esto. Al final, el nuestro es un club de baile, y está muy bien que sea así».
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«Nos gusta
mezclar, meter punk y seguir con rockabilly», explica Turis