El Periódico - Castellano

Dimite el ministro principal de Escocia al perder los apoyos del Parlamento

▶ Yousaf deja el cargo tras romper con los Verdes el pacto de Gobierno y constatar que no superaría las mociones de censura contra él ▶ El dirigente nacionalis­ta también abandona el liderazgo del SNP

- LUCAS FONT

El ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, presentó ayer su dimisión tras el rechazo de los partidos de la oposición a su Gobierno en minoría. Yousaf renunció al cargo poco más de un año después de su victoria en las primarias del Partido Nacional Escocés (SNP) en sustitució­n de su predecesor­a en el cargo, Nicola Sturgeon. La decisión del ministro principal llega tras la crisis de Gobierno abierta la semana pasada, cuando decidió acabar con el acuerdo de coalición con los Verdes Escoceses, firmado por Sturgeon en 2021. El fin del pacto –conocido como el Acuerdo de Bute House– supuso la retirada del apoyo parlamenta­rio de sus socios, dejando al Ejecutivo en minoría.

«Claramente subestimé el nivel de disgusto y malestar que causé a los Verdes», reconoció Yousaf en rueda de prensa. «Para que un Gobierno en minoría pueda gobernar con eficacia y eficiencia, la confianza con la oposición es claramente fundamenta­l», señaló. El ministro principal confirmó que dejará el cargo, así como el liderazgo del SNP, una vez el partido haya elegido a su sucesor. «Después de pasar el fin de semana pensando en lo que es mejor para mi partido, para el Gobierno y para el país que dirijo, he llegado a la conclusión de que la reparación de la división política sólo puede hacerse con otra persona al timón».

Si el futuro nuevo líder no logra el apoyo necesario, los escoceses se verán abocados a elecciones anticipada­s

Relaciones dañadas

Las tensiones entre el SNP y los Verdes habían ido en aumento en las últimas semanas, especialme­nte tras la decisión de Yousaf de abandonar el objetivo de reducción de las emisiones de gases contaminan­tes en un 75% en 2030 –respecto a los niveles de 1990–. La decisión provocó la respuesta airada de sus socios, quienes han visto cómo el Gobierno renunciaba a ocho de los últimos 12 objetivos anuales en materia climática. Además de las discrepanc­ias en este ámbito, el distanciam­iento entre los dos partidos también se evidenció con la decisión del ministro principal de prohibir los tratamient­os hormonales para las personas trans menores de 18 años.

El distanciam­iento entre los dos partidos de la coalición llevó a los Verdes a convocar un voto interno para finales de mayo con el objetivo de decidir su continuida­d en el Ejecutivo. Pero la decisión de Yousaf de expulsarlo­s de forma abrupta la semana pasada acabó con esa posibilida­d, provocando la furia de sus líderes. «Este es un acto de cobardía política por parte del SNP, que está vendiendo a las futuras generacion­es para apaciguar a las fuerzas más reaccionar­ias del país», aseguró la semana pasada la colíder de los Verdes y hasta entonces ministra de Economía Circular, Lorna Slater.

Gobierno en minoría

La expulsión de los Verdes supuso un movimiento arriesgado por parte de Yousaf, quien perdió automática­mente el apoyo de los siete diputados de este partido en el Parlamento y la cómoda mayoría con la que gobernaba hasta ahora. De los 70 escaños con los que contaba la semana pasada, en un Parlamento con 128 representa­ntes, el Ejecutivo se ha quedado tan solo con el apoyo de los 63 diputados nacionalis­tas escoceses, dos por debajo de la mayoría absoluta. Yousaf tendió la mano a sus antiguos socios para seguir alcanzando acuerdos parlamenta­rios, una opción que fue descartada de plano por los líderes verdes.

Los principale­s partidos de la oposición no tardaron en reaccionar a la crisis de Gobierno. El Partido Conservado­r, principal partido de la oposición con 31 escaños, presentó una moción de censura contra Yousaf poco después de que este anunciara el fin de la coalición, mientras que el Partido Laborista presentó otra moción, en este caso contra el Ejecutivo del SNP en su totalidad. Las dos mociones, cuya votación debía producirse esta semana, recibieron el apoyo de los principale­s partidos de la oposición –incluidos los Verdes–, sumando 64 potenciale­s votos a favor, uno más que la suma de los diputados nacionalis­tas escoceses.

La alianza de la oposición ha obligado al ministro principal a tratar de lograr el apoyo de la exdiputada de su partido Ash Regan –y rival en las primarias del año pasado–, quien abandonó el SNP el pasado octubre por su oposición a los planes del Ejecutivo de facilitar el cambio legal de género. Regan, actualment­e miembro del Alba Party –el partido liderado por el exministro principal Alex Salmond– ha puesto una serie de condicione­s que el líder del SNP no estaba dispuesto a aceptar, entre ellas la convocator­ia de un segundo referéndum de independen­cia en Escocia sin la aprobación de Londres.

La falta de acuerdo con Regan ha dejado a Yousaf expuesto a perder las dos mociones contra él esta semana y ha desencaden­ado su dimisión este lunes. Ahora su partido deberá elegir un nuevo líder, quien deberá lograr los apoyos que su predecesor no ha conseguido para convertirs­e en el nuevo ministro principal. En caso de no lograrlo, Escocia se vería abocada a unas elecciones anticipada­s. ■

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Andrew Milligan / AFP Humza Yousaf, tras anunciar su dimisión como ministro principal de Escocia, en la Bute House de Edimburgo, ayer.

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