Gritos de júbilo en la Moncloa, carcajadas en Génova
No sabría decirles quién de los dos encabeza el ránking de extracción de conejos de la chistera y golpes de efecto desconcertantes, pero creo que Pedro Sánchez, con sus cinco días deshojando la margarita y finalmente anunciando que se queda, acaba de quitarle la primera posición a Carles Puigdemont.
Puede que la ciudadanía esté perpleja, pero les puedo asegurar que en el mundo de la tele la satisfacción es muy considerable. Estos cinco días de incertidumbre general han disparado las audiencias. Pongamos solo un ejemplo: el programa La Sexta Xplica, que desde enero de 2024 tenía una cuota media de pantalla del 4,69%, con la excitación del me quedo / no me quedo / me quedo de Sánchez consiguió un 7,1% el pasado sábado, 666.000 espectadores, récord absoluto en lo que llevamos de año.
¡Ah! Había que ver con cuánta devoción se desplegaron esa tarde-noche por Ferraz los de
La Sexta Xplica, entre la multitud de hooligans de Sánchez, y sobre todo cuando los líderes del PSOE bajaron a la calle a fundirse con la masa. Enternecedora estampa, mezcla de desasosiego, entusiasmo y esperanza. Salvando las distancias, esa acción televisiva en la calle de Ferraz a mí me recordó un poco aquellas fantásticas coberturas que hacía TV3 en las manifestaciones procesistas de hace dos, tres, cuatro años atrás, cuando se transformaban en cheerleaders y se fusionaban con la colla nostrada.
Ayer al mediodía, en La Sexta Noticias nos advirtieron de un par de sucesos resaltables. «Tras el anuncio de Sánchez, en el interior de Moncloa se escuchó un grito de júbilo», nos informaban. Efectivamente. Amplificaron el sonido en el momento en que Sánchez decía: «He decidido seguir», y se escuchó un eufórico alarido proveniente del interior del palacio. Poco después, en el mismo informativo, señalaban lo que ocurrió en la sede del PP, en la calle Génova, también en ese mismo momento de la alocución presidencial: «Los populares celebraban su comité ejecutivo, y allí en Génova se escucharon carcajadas». En este caso no pudieron ofrecernos el documento sonoro de ese coro hilarante, pero nos recalcaron: «Sí, sí, se han escuchado risas en el momento del anuncio del presidente Sánchez».
Tremendo retrato televisivo de las dos Españas. Una lanza gritos de alegría y felicidad, y la otra se pitorrea a carcajadas. Así nos va.
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