Peso como campo de aviación que perdió y nunca más ha recuperado
La capital cacereña tuvo un
1920 CÁCERES
El piloto francés Henry Tisier voló con su monoplano a 800 metros de altura y a cien kilómetros por hora. Fue el primer espectáculo aéreo que presenciaron los cacereños en 1912. En junio de ese año haría lo propio Loygorri Pimentel con su modelo Sommer, y en 1913, en vuelo directo desde París con el objetivo de ganar la copa Pomery, aterrizó en Cáceres el piloto Gilbert, con un gran recibimiento en el casino.
En 1920 el espectáculo fue mayúsculo: varias avionetas que daban la vuelta a España aterrizaron en el campo de aviación. En 1925 se declaró este espacio de interés público, y se amplió en 5 hectáreas. En 1927 se cedieron los terrenos al Ministerio de la Guerra para que habilitase un aeródromo, inaugurado con una exhibición de dos escuadrillas de Getafe. Los apa- ratos se guiaban por la orientación del humo de los hornos de la cal y de las minas. Los editores de Michelín ya andaban por España y tomaron datos para incluirlo en su mapa. En 1936 y 1937, Cáceres llegó a ser escala de la línea Vitoria-Tetuán.
El 26 de agosto de 1936 aterrizó el avión del general Franco para establecer su cuartel en Cáceres. Por entonces ya se reparaban y armaban en este campo bombarderos y cazas que lanzaban sus proyectiles en frentes de Extremadura, Toledo y Madrid, pero también arrojaban alimentos y ejemplares de El Periódico EXTREMADURA que informaban de la contienda. Fue uno de los campos de aviación más activos del centro de España, con escuela de pilotos incluida. Además sirvió de base de la Legión Cóndor, cuya plana mayor ocupó los castillos de las Arguijuelas, y de aparatos italianos.