ACCIDENTE
Soy una enfermera del HUC y el pasado martes día 12 de enero, cuando me dirigía a mi trabajo, tuve la mala suerte de cruzarme con una piara de unos 10 jabalíes que atravesaban la autovía a la altura de la residencia asistida. Pude esquivarlos pero desgraciadamente el vehículo que iba detrás de mí, se empotró en el mío. No hubo que lamentar ninguna desgracia personal, pero sí importantes daños materiales, así como una baja laboral durante unos días.
Les escribo para decirles que me sorprende mucho que no se hayan hecho eco de esta noticia. Si no me equivoco, ya van 4 accidentes por este motivo, supongo que al final se tomarán medidas cuando haya algún muerto. Espero que al menos le den publicidad a este tipo de noticias por la cuenta que nos trae a todos. Somos muchas las personas. menos como de apestado; le hicieron la prueba, y el resultado fue negativo. Sin embargo, el trato no cambió. A pesar de este resultado, y de que mi marido la informó de que tenía fiebre, dificultad para respirar y cierta opresión en el pecho, la médica de familia, ni se acercó para reconocerlo u auscultarlo y le pautó paracetamol y mucha agua, como el de la famosa serie televisiva.
Al seguir con fiebre y ante la mala atención que le dispensaron dos días antes, se fue al centro de urgencias del Perpetuo de Socorro, donde le diagnosticaron posible infección por Covid19, y lo enviaron de nuevo a casa pero esta vez con paracetamol, nolotil y más agua. La fiebre persistía, la respiración era cada vez más costosa, y la debilidad de mi marido era aplastante, por lo que decidimos ir a las urgencias del Hospital Universitario, donde desde el primer instante en que llegó, le hicieron toda clase de pruebas y el diagnóstico fue de neumonía, en grado superlativo.
Al no haber cama libre en planta, estuvo en la sala de observación hasta que lo llevaron a la planta quinta este, de covid, porque era el único lugar donde había un sitio libre.
No todo es covid; las enfermedades de siempre siguen conviviendo con la pandemia y necesitan una respuesta, pero no se están atendiendo como debe hacerse. Las personas que estudian medicina, supongo que lo hacen para ejercerla tanto en periodos de pandemia como en periodos de salubridad. Entiendo que el miedo es un factor atenuante, pero si no están preparados para atender a los pacientes y para dispensarles el trato que merecen, que se dediquen a otra profesión en la que no tengan que enfrentarse a epidemias ni a enfermedades que