La Montaña, Buda y Rastafari
Desde hace unos siglos los cacereños son pesimistas respecto al futuro de su ciudad. Constatan que no se implantan industrias, que las pocas que hay se cierran y que el tejido empresarial nada en la precariedad. El alcalde, con la perspicacia que caracteriza a los alcaldes, se ha dado cuenta y nos exhorta a que pongamos freno al pesimismo.
Al parecer hay razones para ello pues no uno sino varios inversores están en conversaciones con la corporación para instalarse en Cáceres. Claro que enseguida ha saltado el pesimista: «Pues hay que ser osado o ignorante para invertir aquí». El caso es que hay conversaciones. Escuchen una transcripción. «Buenas, que quiero invertir aquí». Tranqui amigo. Lo primero que debe tener usted es paciencia porque aquí hacemos las cosas despacito y con buena letra. Para que se haga una idea, en noviembre de 2019 iniciamos las conversaciones para lo del Buda, porque habrá oído hablar del Buda, pues hasta 2022 no acabaremos con los problemas burocráticos, de urbanismo, etc. « Hombre, como estáis perdiendo población a ver si para cuando acabéis con mis permisos ya no quedan aquí más que Franquete y el concejal de urbanismo «Sin ironías, eh». ¿Vuestra industria levanta polvo? Es que nosotros en lo del polvo somos muy mirados. ¿Qué parcela habéis seleccionado? Veamos el mapa. ¿Esa? Imposible ¿Es que no sabéis que ese es el hábitat de una lagartija protegida? No, ese tampoco porque por ahí pasan los pajaritos que van camino de Doñana. ¿Por aquí? Me temo que no conocéis nuestra riqueza medioambiental. Ahí precisamente crece un arbusto que solo nace aquí y en Katmandú.
Es que esto es zona Zepa, esa zona Zipi, allí comienza la zona Zape. «Qué difícil lo ponen ustedes» No, los que lo ponéis difícil sois vosotros. ¿Es que no podéis ofrecer otra cosa? Siempre lo mismo, humo, polvo... Mira, estamos haciendo una colección de iconos religiosos. Ya tenemos una montaña con su virgencita, un cerro con su gran buda. ¿No podíais fundar el movimiento rastafari en la Sierrilla? «Eso, eso, maríhuana y reggae» dirán algunos.
H