Deuda para cuadrar los presupuestos
El gobierno presentará esta semana el borrador de la cuenta a la oposición. Se acude a la deuda por falta de ingresos corrientes
El portavoz del gobierno municipal, Andrés Licerán, anunció este viernes que a partir de la próxima semana se entregará a los grupos políticos de la oposición el borrador de los presupuestos locales de 2021, cuya tramitación va con bastante retraso. Si se aprueban, se ratificarán más tarde que los de 2020, que no se sacaron hasta el penúltimo día de febrero y que ya fueron los más retrasados desde los de 2009, que no se aprobaron por el pleno hasta abril.
Licerán adelantó que los estados de gastos e ingresos se equilibrarán con una operación de crédito. La deuda viva del ayuntamiento por préstamos a largo plazo está en uno de sus niveles más bajos de los últimos años, ronda los diez millones de euros cuando hace una década cuadruplicaba esa cantidad. Solo hay pendientes de amortizar dos operaciones de crédito con entidades financieras (BBVA y Liberbank). Por tanto tiene margen suficiente para concertar nuevos créditos a largo plazo.
Pero Licerán no detalló a qué tipo de operación de deuda se pretende acudir. Las operaciones de crédito a largo plazo se tienen que destinar a inversiones, salvo cambios normativos que en los últimos años han permitido a los ayuntamientos su destino a pagar a proveedores, abonar sentencias o para dotar de crédito gastos que se hacían sin una partida presupuestaria. Las operaciones a corto, de tesorería, sí permiten afrontar y financiar gastos corrientes.
Tener financiación para inversiones siempre tiene sus ventajas. Además con un crédito se agiliza la obtención del dinero, la contratación de las obras y la generación de actividad y empleo. La desventaja es que compromete a un gasto anual para amortizar el crédito.
Pero lo que más necesita ahora el ayuntamiento es tener suficiente financiación para sus gastos corrientes. Solo de personal necesita al menos 26 millones de euros y para los bienes corrientes y servicios que presta requiere 25,2. Estas son las cantidades previstas para 2020 y en 2021 serán incluso mayores. Y además hacen falta más de 10 millones para transferencias corrientes, con éstas últimas se financian, entre otros gastos, el Instituto Municipal de Asuntos Sociales, cuyo presupuesto se tuvo que incrementar en 1,5 millones el pasado año a causa del covid (pasó de 3,5 a 5 millones), y económicas del covid.
Para 2021 no hay regla de gasto, no se tienen las limitaciones de años precedentes. Pero es que para gastar hay que ingresar. Y para 2021 la previsión de ingresos corrientes que puede recibir el ayuntamiento (aquellos que proceden de impuestos, tasas y de la participación en los tributos del Estado) se espera que sea menor que la de 2020 (entre otros no habría tantos ingresos del impuesto de Construcciones por las fotovoltaicas). Por eso se acude a la deuda, ahora queda por ver en qué cantidad y para qué gasto.