Francia exigirá un test PCR negativo a los europeos
die», señala en un bar mientras apura una cerveza.
El cerrojazo generó reacciones variadas. Chen Li, de 27 años, entró en pánico. «Estaba convencida de que iba a morir en cualquier momento. Acababa de licenciarme después de muchos años de duros estudios y pensé que era muy injusto», cuenta. Chen Liu, inversor en la treintena, solo lamenta aquel tedio compartiendo techo con su mujer, hijo y suegros. «No teníamos suficientes temas
ma emergencia sanitaria. Si la llegada del virus cogió a la UE desprevenida con unos sistemas sanitarios bajo mínimos y la anunciada segunda ola volvió a atrapar a los gobiernos sin reforzar adecuadamente sus capacidades sanitarias, la prevista campaña de vacunación parece deficientemente preparada.
La Comisión Europea cometió el error inicial de demorar hasta noviembre la contratación de las vacunas que estarían primeramente disponibles (Pfizer y Moderna) y de adquirir un número limitado de dosis (280 millones para vacunar a 140 millones de personas) con una entrega escalonada a lo largo del año. La ampliación del pedido posterior en enero no evita una penuria de dosis en la primera mitad del año. Esto ha llevado a Alemania a comprar 30 millones de dosis por su cuenta, a Hungría a comprar vacunas rusas de conversación, los días se sucedían sin nada que hacer», explica, aunque añade: «Sabíamos que en casa estábamos seguros».
No es comparable aquella cuarentena con las que después replicaría el mundo. Fue más rigurosa y larga y, sobre todo, más inquietante. Los wuhaneses se enfrentaban a un virus del que aún se desconocía el índice de mortalidad o las vías de infección, ignoraban si bastaría el encierro para vencerlo o cuánto duraría este. Muchos sufrieron
y negociar la compra de vacunas chinas y a Chipre a pedir ayuda al Ejecutivo de Israel.
La disponibilidad de vacunas en la actual Unión Europea podría mejorar en febrero si la Agencia del Medicamento aprueba la vacuna de Oxford-AstraZeneca el 29 de enero. Dinamarca y Austria han reclamado una predistribución de las dosis de esa vacuna por los países para poder utilizarla sin demoras.
Dos años para el 50%
Los gobiernos europeos también han demostrado una limitada capacidad de vacunación con las dosis disponibles, que la UE distribuye en función de la población de cada país. Dinamarca. por ejemplo, es el más efectivo de la UE y ya ha inyectado al menos una dosis al 3,21% de su población, seguido de Irlanda (2,47%), España (2,36%), Eslovenia (2,31%) e Italia (2,12%), estrés, ansiedad, insomnio o pensamientos suicidas. Aquellos días también sirvieron para vencer clichés sobre la psicología, desdeñada por Mao como un delirio pequeñoburgués, y que se dejara de estigmatizar al que pide ayuda como a un loco.
Un servicio de ayuda telefónica funcionaba el primer día del encierro con equipos de 20 psicólogos comandados por los más experimentados. Las primeras semanas fueron un frenesí, recuerda un profesor de Psicología de la Universidad de Wuhan que pide el anonimato. «Teníamos tantas llamadas que había un tiempo máximo para cada una. El pánico desapareció cuando la gente empezó a ver que la mayoría de enfermos se curaban», cuenta. Los cuadros más serios, asegura, están vinculados a problemas sedimentados. Las secuelas son raras un año después en los jóvenes, pero algunos mayores siguen arrastrándolas.
Wuhan carece de contagios desde que en mayo se detectó media docena y las autoridades ordenasen analizar a sus 11 de millones de habitantes en una semana. La semana pasada se supo que un turista infectado de la provincia septentrional de Hebei (con 733 casos recientes) había paseado por Hanjie, la principal calle comercial. Las autoridades la cerraron y no la reabrieron hasta horas después tras hacer las pruebas a 8.000 personas.
El país sin embargo no tiene cifras tan positivas, ya que en las últimas semanas se ha producido un importante rebrote. El 14 se registró el primer muerto desde mayo. Y por números, en la de Heilongjiang, acumulan 256 casos. Las cifras siguen creciendo lejos de Wuhan, una ciudad que no mira atrás más de lo necesario. mientras en Alemania y Francia el porcentaje baja al 1,67% y 1,21% y en Holanda solo llega al 0,58%, tres veces menos que Rumania (1,81%), según la base de datos de la Universidad de Oxford. Esto contrasta con Israel, que ya ha vacunado a más del 38% de su población.
Al ritmo actual de inyectar una dosis diaria (media semanal) al 0,13% de la población en los países de la UE más efectivos (España, Dinamarca, Irlanda y Eslovenia) se necesitarán más de dos años para vacunar solamente a la mitad de la población, muy lejos del objetivo oficial de la Comisión Europea de tener al 70% de la población adulta vacunada de la UE en verano. Sin una rápida vacunación, el coste socioeconómico de los confinamientos puede convertirse en una bomba de relojería que desestabilice políticamente el continente.
HHCon más de 22.800 nuevos positivos en las últimas 24 horas, más de 1.900 focos de contagio activos, más de 1.600 hospitalizaciones en ucis en la última semana, sin olvidar la propagación de la variante británica de covid-19, Francia se enfrenta a «una carrera contra el tiempo para detener la propagación del virus», resumió el jueves el ministro de Sanidad, Oliver Véran, dejando la puerta abierta a la posibilidad de un tercer confinamiento.
Tratando de ganar algo de tiempo en esta carrera contra el reloj, Francia exigirá, a partir de mañana, una prueba PCR negativa realizada 72 horas antes de la llegada al territorio francés a todos los viajeros europeos. Solo los trabajadores fronterizos y los transportistas terrestres estarán exentos de la nueva restricción. Esta medida se suma a la decisión de imponer, desde este mismo lunes y de forma sistemática, a todos los viajeros de fuera de la Unión EuropeaE –incluido el Reino Unido– la presentación de un test PCR negativo, una cuarentena de siete días y un segundo test tras el aislamiento.
La cepa británica del coronavirus, más contagiosa, representa ya «entre 200 y 300 casos diarios» en el Hexágono, explicó Véran.
Por otro lado, el Reino Unido está estudiando el cierre de las fronteras para frenar la entrada de nuevas cepas, de Brasil y Suráfrica principalmente, al tiempo que analiza medidas draconianas para obligar a los viajeros internacionales a cumplir la cuarentena, como el internamiento en hoteles bajo vigilancia. De acuerdo con un documento del Ministerio del Interior filtrado por el diario The Guardian, se llegó a considerar el uso de una pulsera electrónica para controlar los movimientos de los que llegan al país. La opción fue descartada por motivos legales y por el peligro de saturación del sistema de seguimiento. El ministro de Medio Ambiente, George Eustice, reconoció que el cierre de las entradas al país se está sopesando, informa Begoña Arce.
Y en Bélgica, aunque las cifras de contagios son estables, el temor a las nuevas variantes y a una tercera oleada ha llevado a las autoridades belgas a prohibir todos los viajes «no esenciales desde el 27 de enero hasta el 1 de marzo, informa Silvia Martínez.
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