El ‘fontanero’ de la Moncloa vuelve otra vez al Gobierno
Miquel Iceta vuelve al Gobierno. Es probable que la gente más joven no recuerde hoy que el nuevo ministro de Política Territorial conoce bien la Moncloa desde hace unas cuantas décadas porque ya trabajó en ella. Si una profesión le endosaban en sus inicios políticos, esa era la de fontanero. Así se conocía en el argot político de los años 90 del siglo pasado a aquellos que trabajaban al más alto nivel de un Gobierno pero siempre en las bambalinas, moviendo los hilos, manejando la trastienda del Ejecutivo. A la sombra de Narcís Serra y de Felipe González se fogueó Iceta (Barcelona, 1960) durante años antes de hacerse con las riendas del socialismo catalán, en el que ha mandado mucho pero con el que nunca hasta ahora había asumido un cargo institucional tan relevante. Pese a ello, su cualidad de hábil y astuto negociador, admitida hasta por sus adversarios y clave en la labor que le espera con las comunidades autónomas, le hace conocedor de todos los recovecos de la política.
Por sus manos han pasado negociaciones tan enrevesadas como las del tripartito en 2003, el Estatut en 2006 y el acuerdo federalista entre PSC y PSOE en el 2013. Su papel en este último episodio le convirtió en una figura muy valorada y respetada en muchos sectores el PSOE, aunque también ahondó los recelos de aquellos