Escudo anti-covid ante la inmunidad
De momento, las armas principales contra el coronavirus son las medidas de prevención (mascarilla, distancia física, higiene de manos y ventilación) y las vacunas, pero en el largo camino en busca de la inmunidad de rebaño los sanitarios cuentan con una serie de fármacos para tratar a quienes siguen enfermando. En el caso de los pacientes leves, que pasan la infección en su casa, los médicos buscan controlar los síntomas, como por ejemplo la fiebre. Para ello basta el paracetamol. Pero para los pacientes graves, que ingresan en una planta o en uci de un hospital, existen hasta tres herramientas terapéuticas: el remdesivir, la dexametasona y la heparina.
«El remdesivir puede ofrecer una mejoría en el pronóstico de la enfermedad durante los primeros días, pero no una mejora en la mortalidad. Además, si se administra una semana o más tarde, su eficacia es limitada o nula. La dexametasona es un corticoide que se administra por vía oral o intravenosa y que ha demostrado ser muy beneficioso en la insuficiencia respiratoria. Y la heparina es un tratamiento anticoagulante: se ha demostrado que el coronavirus activa los mecanismos que generan trombosis, fundamentalmente en el pulmón», explica el jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Benito Almirante. Este infectólogo añade un cuarto tratamiento para enfermos que se sumaría a estos tres fármacos: el mantenimiento de la saturación de oxígeno.
Así, dado que no existe un tratamiento específico para el covid19, los sanitarios no pueden hacer mucho más que dar apoyo a los enfermos, identificando bien qué tipo de pacientes son. Y esto es muy importante. «Se trata de una infección en la que hay que estar muy encima para adelantarnos a las cosas que le van a pasar al paciente», señala el jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas en el Hospital del Mar, Robert Güerri.
«Ahora conocemos mejor la enfermedad que hace un año. Pero aún no hay un tratamiento específico. Como médico es frustrante y un desafío. Te obliga a afinar mucho», añade Güerri. Y vaticina que la mayor parte de la población ya estará (o «debería estar») vacunada cuando aparezca un fármaco que «frene en seco la replicación del virus» en el paciente para evitar que este «empeore». Esto es, que lo cure. «Este es el gran problema de muchos virus: que no hay tratamiento. Para las bacterias hay antibióticos, pero los virus tienen mal tratamiento», añade. ☰