El Cáceres busca curarse
El equipo de Roberto Blanco intenta coger confianza ante el Valladolid
Siete derrotas en los últimos ocho partidos disputados y el episodio de la inesperada marcha de Sandi Marcius han traído de vuelta nubarrones negros al Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que busca un analgésico este viernes ante el poderoso Clínica Sur-Aspasia Real Valladolid Baloncesto (21.00 horas, pabellón Multiusos). La clasificación para la fase de los mejores está tomando colores utópicos ya, siendo colistas del grupo A con un balance de 3-7. Resta recuperar la autoestima, las buenas sensaciones y el orden, aunque sea para afrontar un partido indudablemente más ganable como el del martes también en casa frente al Melilla.
Esa es una de las claves de la noche: si se completa una buena actuación ante los pucelanos se podrá mirar con mayor optimismo el siguiente choque, que sí contaría hipotéticamente para la fase de permanencia si es que tanto Cáceres como Melilla acaban, como parece, en ella.
«Para ganar a Melilla hay que ganar a Valladolid», sentenció Roberto Blanco en su habitual comparecencia prepartido, donde alternó los paños calientes con los gélidos. «Venimos de una derrota importante, que nos ha castigado mucho y nos ha hecho mucho daño. Lo que toca es levantarse, convencer a los jugadores lo que pueden hacer. El Cáceres puede hacerlo mejor durante 40 minutos. Hemos dado una vuelta de tuerca más para ver qué está pasando. No podemos bajar los brazos ni la cabeza», comentó. Era la letra de la música que sonó el pasado sábado en la pista del Tizona Burgos, donde el 81-76 final supuso un considerable tajo en la yugular para la temporada cacereña.
EL FACTOR MENTAL «Hay situaciones en las que estamos jugando con brillantez, alegría, dinamismo. Pero esa esencia la perdemos en momentos puntuales, sobre todo cuando cometemos algún error. Hay un factor clave: el mental. Lo que hay que asumir es que se falla y que eso nos está frustrando. Es una parte del juego que no estamos sabiendo controlar: estos momentos anímicos que tenemos en los partidos, tanto cuando tenemos ventaja como cuando vamos por detrás. Esa montaña rusa no está acabando de la mejor manera», analizó el entrenador del Cáceres Patrimonio.
Siempre se mostró deseoso de dar un voto de confianza a sus jugadores («el equipo está comprometido, trabaja en ello y se autoconvence de que puede hacerlo»), pero con un matiz fundamental: «hay que plasmarlo». «Si el equipo está con fluidez y alegría, podrá ganar a cualquiera, pero hay que ser consistente, estar calmados. Sin ansiedad por resolver las cosas de manera individual», reiteró.
Enfrente estará un equipo «hecho para ascender», vigente campeón de la LEB Oro y que renunció a intentar la aventura económica del ascenso a la Liga Endesa por motivos económicos. »Tienen muchas jugadores con facilidad para anotar», resumió Blanco, que lo consideró «el mejor equipo que nos puede tocar para salir de aquí. Competir con Valladolid supone competir contra cualquiera. Es una victoria muy importante porque reforzaría el trabajo».
¿UNA ADVERTENCIA? Al técnico se le preguntó por dos cuestiones: si llegaría pronto el sustituto de Marcius y si consideraría algún retoque más en la plantilla. Sobre la primera cuestión no se salió del guión: «nos hace falta. Podemos reestructurar ciertas cosas en el ataque, pero estamos jugando sin un `5' puro. Veo y hablo con Sergio Pérez [el director deportivo] cada día. Lo que transmite la directiva es que va a intentar todo lo posible por traer esa pieza. Es muy complicado. Nos llegan ofrecimientos, pero no son jugadores que necesitemos, piezas que podamos encajar en el equipo». Sin embargo, sí sonó a advertencia cómo resolvió la segunda. «Me planteo ver cómo responde el equipo tras el partido de Burgos. Y la respuesta hará si nos podemos replantear algún cambio. Es lo normal. Se trata de ganar y si alguna de las piezas se nos sale y no somos capaces de reajustarla, tenemos que estar siempre preparados para ver la posibilidad de algún que otro cambio. Tendríamos que estudiarlo muy mucho y espero que no sea así porque entonces me sentiría mínimamente fracasado, pero es parte del juego», señaló.
Por último, negó que «aunque se puede parecer externamente», la actual situación le recuerde a la temporada 2019-20, cuando el Cáceres se pasó la mayor parte de la liga regular en zona de descenso y él no consiguió hacer reaccionar al equipo hasta la recta final. «En aquellos momentos el equipo trabajaba y lo intentaba, pero venía de una situación muy complicada. Había otros muchos problemas», indicó. Y aquella vez se acudió varias veces al mercado...
Blanco espera pronto un pívot y no descarta más cambios en la plantilla si el equipo no mejora