EL HIELO, ¿SÓLO ES AGUA?
El hielo que consumimos con las bebidas, es un elemento fundamental a la hora de poder degustarlas con un mayor poder refrescante. Pero también es esencial desde el punto de vista sanitario, ya que de él depende la conservación de muchos de los alimentos que consumimos. Las bajas temperaturas garantizan alargar la vida útil de los alimentos, ya sean crudos o elaborados, entre otras razones porque evitan la aparición y proliferación de gérmenes responsables de su contaminación y por tanto la inaptitud para su consumo, pues de hacerlo en malas condiciones, puede traer malas consecuencias para la salud.
Tanto el hielo que podemos obtener en nuestras viviendas como en establecimientos públicos de alimentación, puede venir ya envasado de empresas que se dedican a su fabricación, o bien podemos producirlo nosotros, con moldes de uso doméstico, o con máquinas fabricadoras de hielo, muy comunes en los establecimientos de hostelería, pescaderías, etc. Y si pensamos en que al ser aparatos que solamente utilizan agua para su funcionamiento, el riesgo de contaminación es escaso, estamos equivocados, ya que el riesgo de contaminación del hielo durante su fabricación y/o manipulación es elevado si no se lleva a cabo un buen plan de limpieza y desinfección de esta maquinaria, además de unas buenas prácticas higiénicas que deben de exigir los responsables del Sistema de Gestión de Seguridad Alimentaria hacia los manipuladores de alimentos.
La limpieza y desinfección de las máquinas productoras de hielo, así como de los elementos necesarios para su manipulación (cubiteras, palas, pinzas, etc.), es esencial para garantizar un producto inocuo, ya que, si el hielo se contamina, la presencia de bajas temperaturas crea un escenario poco favorable, ya que los gérmenes presentes se mantendrán en estado latente hasta que la temperatura suba, y esto será viable cuando el hielo se deshaga en una bebida, o en un pescado que se encuentra expuesto para su venta, siendo entonces cuando podrá proliferar, contaminando el producto alimenticio con el que se encuentra en contacto.
¿Cuál es la solución entonces? Es necesaria la limpieza y desinfección de las máquinas productoras de hielo, realizando un vaciado, desmontaje y limpieza y desinfección, con productos que deberán de ser de uso profesional y autorizados para su uso en la industria alimentaria, los cuales además estarán acompañados por sus correspondientes fichas técnicas y fichas de datos de seguridad que aportará el proveedor. La frecuencia de limpieza y desinfección se establecerá en función al uso que reciban las máquinas, o siempre que sea necesario, asegurando en todos los casos un resultado con el que se puedan utilizar con total garantía sanitaria. El agua de aporte a las máquinas deberá de ser potable, debiendo de proceder de una fuente autorizada por las Autoridades Sanitarias, ya sea la red pública de agua, o una captación propia, con sus correspondientes registros de control. Por último, las personas que durante el desarrollo de la actividad manipulen hielo, al igual que con cualquier otro producto alimenticio, deberán de guardar unas correctas prácticas de higiene, requisito básico a la hora de evitar la contaminación de los productos alimenticios y las superficies que se encuentran en contacto con ellos, como son las máquinas de hielo.
En el Departamento Técnico de CONSULTORA DE HIGIENE, a través de su Sección Técnica ASDITIA, dedicada a la calidad y seguridad alimentaria, realizamos estudios pormenorizados a todas las instalaciones relacionadas con la alimentación, detectando aquellos puntos críticos que deben de ser controlados para garantizar la inocuidad de los alimentos que se consumen en los establecimientos, aportando todas las soluciones disponibles para garantizar la salubridad y aptitud de las actividades alimentarias, generando con ello un entorno seguro para la salud de las personas.