El clic de la fiesta de mi pueblo
La Editora Regional publica `A los veinte de enero. Un paseo fotográfico por fiestas del mes primero', que recoge 28 de ellas Su autor, Sebastián Martín Ruano, dice que antes de disparar con la cámara hay que hacerlo con el corazón
«Me llamo Sebastián. Me bautizaron en la iglesia de los Santos Mártires de Brozas. Mi calle, Cipriano Cabrera, hace esquina con la de los Santos Mártires en la que tanto jugué de niño. Cuando iba a la iglesia a mi mente infantil le inquietaba aquel santo pintado en el altar que tenía el cuerpo lleno de flechas. El pequeño que se preguntaba por qué aquel señor tenía que sufrir tanto, salía a la calle y era feliz en las matanzas que con gran alegría reunía a toda la familia, con esos Reyes Magos de Oriente tan humildes e ilusionantes o con las fiestas de San Antón que llenaban de júbilo los meses de enero». Quien escribe esto es Sebastián Martín Ruano, que acaba de editar `A los veinte de enero. Un paseo fotográfico por fiestas del mes primero', el cuaderno popular número 68 de la editora regional de Extremadura que retrata los festejos más populares de la región, muchos de ellos de la provincia de Cáceres.
Cuenta Sebastián que «ese es el espíritu de las fiestas del mes primero. Se pasa cómodamente del dolor a la alegría. De la muerte del invierno al regocijo de la primavera que se barrunta. Del Jarramplas que se apedrea al ser humano que ha dado función. De tantos sansebastianes asaetados a las alegrías de los convites, a las carreras en Pela, a los danzantes de Peloche, a los caramelos de San Mauro,… Las bestias de las carantoñas bailan con las regaoras. En Portezuelo se recibe gustoso a los Santos Mártires, pero también se llora al recordar a los que no están. En Torrejoncillo los niños y niñas tocan el esquilón y se recitan las coplas de la rosquilla… ¡Tantas historias!».
Tantas historias como las 28 fotografías que recoge este artista en su libro como la Ronda de Reyes en Casar de Cáceres, el Día del niño en Mata de Alcántara, San Fulgencio en Berzocana, San Antón en Brozas, Pescueza y Garrovillas o Los quintos de San Antón en Fresnedoso de Ibor.
Sebastián Martín Ruano nació en Brozas en 1959. Maestro de escuela y profesor en la Universidad de Extremadura, doctor en Ciencias de la Educación, llega a la fotografía hace más de 30 años a través de su pasión por la naturaleza del oeste de la provincia cacereña y de las posibilidades éticas y estéticas que proporciona una sociedad que, en pocos años, pasó del arado romano a las más modernas tecnologías del mundo global.
Como retratista considera que para poder reflejar cualquier acontecimiento tiene que existir la emoción hacia lo plasmado. «Pisar la delgada línea que une los aspectos antiguos y nuevos de su tierra, pasajes de lo universal, con lo verdaderamente hermoso. Antes de disparar con la cámara hay que hacerlo con el corazón. Trabajar con bastante claridad. El arte quizás llegue después».
Hace unos días Luis Sáez, director de la Editora, Javier Marcos, antropólogo y autor del epílogo, y el propio autor presentaron virtualmente un libro que homenajea nuestras raíces y convierte a Sebastián en el fotógrafo que pone el clic en las fiestas populares.