Jonás Trueba, editor por un año para el sello Caballo de Troya

Caballo de Troya siempre fue un sello singular, una rampa de lanzamiento para los autores jóvenes. En los últimos tiempos el grupo Penguim Random House al que pertenece invita a un autor para que ejerza de editor invitado con ese espíritu durante un año. Por aquí han pasado Elvira Navarro, Alberto Olmos, Lara Moreno o Mercedes Cebrián. Ahora se integra en el proyecto Jonás Trueba, benjamín de la saga, básicamente un director de cine que ha hecho incursiones en la narrativa y de forma «amateur» -el calificativo es suyoha coqueteado con la edición en el sello Plot que fundó su padre, Fernando Trueba. La apuesta es hacerlo ahora profesionalmente y quizá alcanzar el éxito que la pareja Luna Miguel y Antonio J. Rodríguez cosecharon con Aixa de la Cruz, Víctor Parkas, Margariyta Yakovenko, Elizabeth Duval, José Ignacio Carnero o Anna Pacheco en 2019 y 2020.

Jonás Trueba ha querido marcar distancia con el aire pop y generacional de aquella propuesta aunque no lo diga explícitamente. «Son seis libros que he ido a buscar, difíciles de hermanar entre sí. Lo único que les he pedido es que me enseñen, me iluminen y me ensanchen». Tampoco son autores noveles exactamente pero sí poco conocidos. Es el caso de los poetas, hasta el momento, Julieta Valero y Alejandro Muñoz Partal, que se unen a Bárbara Mingo y a los debutantes, y argentinos, Socorro Jiménez y Andrés Di Tella -con una amplia experiencia como realizador de cine-.

El título más sorprendente es un rescate, Todo sigue tranquilo, del zaragozano Chusé Izuel, que se quitó la vida balcón abajo en un edificio de la calle Borrell de Barcelona. El libro tuvo una edición pequeña e inencontrable preparada por Félix Romeo y Bizén Ibarra, que ahora llega aumentada.

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