Beren Gökyildiz, la reina infantil de la telenovela turca
La joven actriz, de 11 años, participa en varios culebrones de éxito
La pasión por la ficción televisiva turca ha hecho que los protagonistas de sus culebrones se hayan convertido en celebridades en medio mundo. Entre ellos hay fornidos galanes, una que otra miss, muchos modelos pero, sobre todo, destaca una actriz, Beren Gökyildiz, que con solo 11 años ha sabido camelarse a la audiencia con sus emotivas interpretaciones.
La pequeña turca es la principal estrella de Mi hija, la telenovela basada en un drama coreano que tan buenos réditos le está dando a Antena 3 y que ha llegado a ocupar hasta cuatro días de la semana de su prime time. En ella, la precoz actriz encarna a la espabilada Öykü, de 8 años, criada por su tía hasta que esta la abandona debido a la enfermedad rara que padece. Su padre, un bala perdida (Bugra Gülsoy) que no sabía ni cuidar de sí mismo, tiene que hacerse cargo de ella, y poco a poco irá ganándoselo con sus ocurrencias.
A pesar de su corta edad (nació el 29 de septiembre del 2009), Gökyildiz tiene ya muchas tablas y unos cuantos premios. Hija de un ingeniero mecánico y de una licenciada en Recursos Humanos, que era la que la ayudaba a aprenderse los guiones, la pequeña debutó en la pantalla con solo 3 años, haciendo publicidad. A los 4 logró su primer papel de reparto en una serie, Kocamin Aliesi, a la que siguieron películas como Bosu Bir Yerde (en el 2016) y Bal Kaymak (2018), aunque empezó a hacerse conocida gracias a Madre, otra telenovela de éxito emitida en España por Nova en la que interpretaba a Melek, una niña maltratada.
Los personajes con una dura infancia son la especialidad de esta niña de ojos tristones y sonrisa pícara, que en su último proyecto televisivo, Çocukluk (Infancia), daba vida a una huérfana en un orfanato, donde compartía habitación con otras niñas. Sin embargo, esta serie no le ha dado tantas alegrías como sus predecesoras, ya que la cadena Fox Turkiye decidió cancelarla tras 11 capítulos.
ESTUDIA CASTELLANO A pesar de las horas de trabajo detrás de las cámaras, Beren asegura que le queda tiempo para practicar aficiones como la hípica, el voleibol, la natación y el tenis. Y no se considera un bicho raro por haberse criado entre platós, ya que la mayoría de las grabaciones las hacía los fines de semana. En su profesión le está ayudando mucho su don «para memorizar fácilmente». La pequeña espera poder dedicarse profesionalmente a la interpretación, aunque también tiene un plan B: la música. Ya demostró su desparpajo en La voz Turquía y en más de una ocasión se ha atrevido a interpretar el famoso Despacito de Luis Fonsi en castellano, lengua que está estudiando.