Quietitos
Quedarnos cada uno en su sitio nos ha hecho más conscientes de lo que nos rodea
Quedarnos cada uno en su sitio nos ha hecho un poquito más conscientes de lo que nos rodea, tanto para bien, como para mal y nos ha dado la oportunidad de compensar, en la medida de cada quien, la balanza de la vida. Pasear por las calles de la ciudad y sorprendernos con la cantidad de pequeños establecimientos cerrados, invita a consumir para sostener los que aún sobreviven abiertos, reactivando la economía con alternativas tan satisfactorias como las de fuera, que nos proporcionan otras ventajas.
También, hemos recuperado rutas senderistas próximas al núcleo urbano, cuando caminar se ha vuelto lo más accesible. Bien conocidas por los habituales y no tanto para quienes prefieren otros
pasos, han visto aumentado su tránsito gracias a la mejor publicidad, el boca a boca, ahora eminentemente virtual. El ejemplo placentino por excelencia es la de Gastón Bertier, futura Vía Verde que ofrece un recorrido natural completo, combinado con historia y arquitectura, visibles en la línea ferroviaria Plasencia-Astorga, los puentes de S. Lázaro y del propio Bertier y una menos conocida perspectiva de la Perla del Valle.
Hoy, justo el comercial Día de los Enamorados o S. Solterín y comienzo del Carnaval, tras comprobar fehacientemente que quedarnos quietitos funciona, tal vez sea el momento de demostrar el amor por lo propio y por uno mismo más que nunca y celebrarlos con una cena romántica por encargo, disfrazados con lo que tengáis por casa, pues para evitar marear la perdiz, lo mejor es no dar vueltas de más.