El PSC gana en votos pero el independentismo amplía mayorías
El bloque del centro derecha se hunde tras el fracaso de Cs y la irrupción rotunda de Vox
Cataluña votó ayer en unas elecciones de vértigo. Las encuestas auguraban una igualada pugna por el triunfo entre el PSC, ERC y JxCat, pero los resultados dieron la victoria en votos al PSC, mientras que en escaños empató con ERC en las elecciones al Parlamento catalán, en el que las fuerzas independentistas vuelven a sumar mayoría absoluta, y la formación de un nuevo gobierno catalán se presenta complicada por los vetos cruzados. Además, Vox irrumpe con fuerza en el Parlament, ante el derrumbe de Cs. El partido ultra logra la suma de votos de PP y Cs, y el bloque de centro derecha se hunde en Cataluña.
ERC tiene ahora la llave de la gobernabilidad y el mando de un procés que se refuerza con una mayoría de 75 escaños sobre 135 y el hito de superar el 50% de las papeletas por primera vez. Un tablero más complejo, fragmentado y endiablado cuya gobernabilidad obligará a contener la respiración.
El candidato socialista, Salvador Illa, es el más votado en estas elecciones y anoche anunció que se presentará a la investidura. Los socialistas volvieron a sentir la amargura del histórico triunfo de Pasqual Maragall en 1999. El exministro Salvador Illa venció en votos, pero sin la suficiente fuerza para impedir que el independentismo siga teniendo la sartén por el mango. El PSC no conocía lo que es ganar unas elecciones en Cataluña desde las generales del 2008.
Pero la realidad es que la pugna por la hegemonía secesionista se salda con 33 diputados para ERC y 32 para Junts, con una CUP que se aproximaría, con nueve diputados, a su mejor versión del 2015. Mientras los comunes consiguen salvar los muebles y Jessica Albiach consigue retener los ocho diputados de la última legislatura.
Vox se erige como la cuarta fuerza en escaños y consigue en sus primeros comicios al Parlament un total de 11 diputados. El PP no ha logrado capitalizar el anunciado desplome de Ciudadanos, cuyos votos presumiblemente se han dividido entre Illa y Ignacio Garriga (Vox). Alejandro Fernández repite los tres diputados que sacó su predecesor Xavier García Albiol. Mientras que los de Carlos Carrizosa (Cs), que venían de ser la fuerza más votada, se han derrumbado y pasan de 36 diputados a seis. Quien se queda fuera del arco parlamentario es el PDECat. Àngels Chacón no supera el corte del 3% y dejaría, formalmente, a los herederos de Convergència fuera del Parlament desde los primeros comicios de 1980.
Las elecciones de ayer en Cataluña estuvieron marcadas por el impacto de una pandemia. Los estragos del coronavirus y las restricciones que acarrea lastraron la participación, que ha bajado hasta el 52%. La distribución de la abstención ha sido clave para decantar los resultados electorales y para desencallar la pugna a tres que pronostican las encuestas.
En las elecciones más anómalas que ha vivido Cataluña, la ciudadanía doblegó a la pandemia dando una lección de civismo y cumpliendo a rajatabla con unas medidas sanitarias extremas que funcionaron a la perfección y desmintieron los catastróficos augurios que se deslizaron durante la campaña. Ya en las urnas, esos mismos contribuyentes deshicieron el pulso a tres otorgando al PSC la victoria en votos, pero a los soberanistas el poder gobernar.
La lucha enconada entre las principales fuerzas políticas, la pandemia de coronavirus y el clima de enfrentamiento entre constitucionalistas e independentistas abren un escenario que, sin duda, estará abierto a todo tipo de pactos y coaliciones. Sobre todo con los cordones sanitarios que los independentistas han firmado contra el socialista Illa.