Hacia una caridad más digna
Un kilo de arroz, resulta más conveniente entregar un donativo que permita a esa familia gestionar y comprar según sus necesidades. Es la nueva campaña de Cáritas
Kilos de pasta, muchas legumbres, algo de leche, escasos productos infantiles, muy poca aceite. Este podría ser el listado de una colecta de alimentos realizada por supuesto con la mejor voluntad de los donantes, pero que difícilmente tendría un reparto equitativo entre las familias, ni tampoco equilibrado para sus necesidades nutritivas básicas. ¿Y si en lugar de entregar productos se entregara un donativo que permitiera a esas personas elegir los artículos que realmente necesitan? Podrían gestionar su presupuesto, como el resto, y serían responsables de sus compras y de sus elecciones.
Se trata justamente del objetivo de la campaña `En Cáritas queremos la mejor respuesta', que lleva a cabo esta organización dentro de la estrategia global 2020/2023. En ella, Cáritas aboga por garantizar el derecho a la alimentación de todos los ciudadanos, una de sus grandes prioridades, y propone hacerlo basándose «en la dignidad, la autonomía y la inclusión de todos».
De este modo, Cáritas Diocesana resalta la importancia de que la solidaridad se traduzca en aportaciones económicas, «que sirvan para dar una respuesta digna a las necesidades vitales de las personas», subraya Olga Salado, responsable de Comunicación de la entidad. Así, la organización pretende superar el actual modelo de ayudas en especie, por la imposibilidad de las familias para elegir conforme a sus gustos y sus necesidades de salud o cuestiones culturales, además del riesgo que supone no aprender a gestionar el dinero y el presupuesto familiar. Y tampoco cubre otras necesidades básicas como vestido, vivienda o suministros. En cambio, con ayudas económicas se fomenta la autonomía de las personas y que salgan del círculo de la dependencia.
«En Cáritas no solo queremos cuidar el qué, sino también el cómo lo hacemos», detalla su director en Coria-Cáceres, Damián Jesús Niso. «Por ello sugerimos una aportación para fomentar la economía de las personas, evitar el despilfarro y potenciar la sostenibilidad alimentaria, porque queremos posibilitar que estas personas, como lo hacemos cualquiera de nosotros, puedan realizar su compra en los comercios que consideren, eligiendo aquellos productos que se adecuen a cada realidad particular y cultural, y manteniendo la responsabilidad y el hábito de administrar el presupuesto familiar», afirma.
No son distintos
En definitiva, Cáritas quiere facilitar el reconocimiento de quienes pasan necesidades, «sin vulnerar su sensibilidad y evitando cualquier forma de discriminación o segregación por el hecho de encontrarse en una situación de precariedad económica», subraya Olga Salado. De hecho, Cáritas de Coria-Cáceres ha atendido a un 40% más de
Mejor que donar