Dinero negro
Manel González
Blanes
Esta es solo una opinión muy personal de alguien que no suele llevar más que un par de billetes de 20 en el bolsillo y eso en los mejores días. No estoy a favor ni de la fuga de capitales ni de no perseguir actividades criminales y el dinero que originan. El dinero en manos ciudadanas no es de ningún color inapropiado, es simplemente dinero que circula entre la mayoría de ciudadanos y nutre diferentes negocios regentados por familias. Apenas un pequeño porcentaje (que no volumen) se ha evadido, y lo seguirá haciendo, en operaciones de ingeniería fiscal y en pocas manos. La mayoría de nosotros no va a ser enterrado con sus billetes, lo gastaremos para vivir en nuestra comunidad o entorno, así que, por más que atesores, tu dinero fluirá en el conjunto de los ciudadanos. Curiosamente, quien más tiene, más gasta.
Los flujos de capital entre particulares no son criminales per se y si se originan en esas actividades, son esas actividades las que ha de perseguir el Estado y donde ha de invertir los recursos de todos. Sí, ya sé, la gran criminalizada economía sumergida con la que nos machacaron en los años 80 y cuyo volumen, en los últimos 40 años de medidas y lucha y a costa de criminalizar nuestro día a día, no han logrado más que multiplicar (una estadística más que accesible desde cualquier buscador): de un 12-14% en los años 80 al 22% actual. Los problemas son otros y mucho más profundos que el que unos ciudadanos intercambien cromos por un valor de 1.000, 2.000 o 3.000 euros. Una pime extractiva, no pagando al día, desgravándose compras ficticias, coches de dirección, prebendas, dietas y otros artilugios, fácilmente justificables en una actividad, nos hace mucho más daño a todos.