Marcha indígena a Quito para exigir el recuento electoral
Su candidato, Yaku b Pérez, está a 0,36 puntos del banquero Guillermo Lasso Ambos se disputan b pasar a la segunda vuelta para enfrentarse a Andrés Arauz
Los ecuatorianos todavía no saben cuál será el rival de Andrés Arauz, el delfín de Rafael Correa, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 11 de abril. La demora de 11 días se ha convertido en una bomba de tiempo y el movimiento indígena, cuyo protagonismo en las calles suele ser en muchas ocasiones decisivo, está dispuesto a activarla.
El Consejo Electoral de Ecuador (CNE) no se decide a reabrir las urnas de los comicios del 7 de febrero y determinar si el contendiente de Arauz será el banquero Guillermo Lasso, en nombre de la derecha, o Yaku Pérez, el candidato de Pachakutik. Las comunidades originarias han decidido, una vez más, movilizarse hacia Quito, la capital, para exigir una solución. Hasta el momento, Lasso ha obtenido el 19,74% de las adhesiones, contra 19,38% de Pérez quien no ha dudado en hablar de fraude.
El pasado martes el CNE se abstuvo de pronunciarse sobre un informe técnico-jurídico que avalaba revisar las actas en 17 provincias del país, rompiendo en los hechos el acuerdo alcanzado por Pérez y Lasso para que se reabrieran el 100% de las urnas en la provincia de Guayas y el 50% en otras 16 regiones. La misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su inquietud por las demoras.
Pero el movimiento indígena ha decidido pasar de las palabras de denuncia a los hechos. «No nos vamos a rendir fácilmente. Continuaremos en esta resistencia que estamos seguros que vamos a ganar. Pedimos la suspensión del escrutinio y el recuento voto a voto. No son 80 sino miles de actas inconsistentes. En el 2017, Lasso exigía el recuento total. Reclamamos lo mismo», dijo Pérez.
Tras calificar la contienda del 7 de febrero de «caricatura electoral», descartó cualquier posibilidad de respaldar al banquero en una segunda vuelta. «Ni sueñen con eso».
Pérez no descartó recurrir al Tribunal Contencioso Electoral, así como eventuales acciones ante foros internacionales. En este contexto, ya se ha iniciado el desplazamiento de las comunidades hacia Quito. «La caminata incluirá varias provincias, desde el centro del país llegará al CNE, calculamos que en seis o siete días», explicó el dirigente Marlon Santi.
El actual presidente, Lenin Moreno, quien tiene una popularidad del 7%, carece de fuerza para resolver la crisis. A través de su cuenta de Twitter se limitó a expresar su «preocupación» por los pasos que dio el CNE, y reclamó al organismo «actuar con seriedad y sensatez» porque Ecuador «requiere transparencia». La principal autoridad del CNE, Diana Atamaint, intentó llevar calma y descartó una postergación de la segunda vuelta. No le prestaron mucha atención.
En su editorial del miércoles, el diario El Universo, de Guayaquil, calificó de «grave» el «empantanamiento del proceso electoral» y «quizás más pernicioso» el hecho de que la CONAIE se movilice «cuando aún están latentes» las imágenes de las últimas protestas y el país enfrenta en condiciones adversas la pandemia. El covid-19 ha provocado unas 15.300 muertes y 268.000 infectados en un país de unos 17,5 millones de personas.
HEstán acusadas de promover la movilización contra el presidente