El duro camino hacia Tokio
(triatlón, hockey, vela y halterofilia) explican cómo preparan los Juegos en época de pandemia con severas medidas sanitarias y deportistas que en varios casos llevan meses sin competir
Cuatro federaciones de deportes olímpicos
El camino a los Juegos, aplazados a este verano por la pandemia, es más complicado que en anteriores citas olímpicas. El covid lo ha enredado todo, con confinamientos, restricciones en los viajes, competiciones suspendidas y en muchos casos con deportistas que aún no saben si están clasificados con un año de retraso. Cuatro responsables de federaciones olímpicas (triatlón, hockey, vela y halterofilia) conversan con EL PERIÓDICO y explican cómo conviven con la nueva normalidad .
«Lo primero que hicimos fue intentar que nuestros deportistas estuvieran centrados y tranquilos». Habla el extremeño José Hidalgo, presidente de la Federación Española de Triatlón. «Y que no perdieran la perspectiva de adonde tenían que llegar durante el confinamiento».
Triatletas olímpicos y con plaza en Tokio, como la pacense Miriam Casillas, no compitieron hasta septiembre. «El problema del triatlón es que la mayoría de pruebas son populares y con las restricciones se han tenido que hacer más limitadas y, sobre todo, encapsuladas con muchísimas más tandas de salida que antes de la pandemia. Y ello ha provocado que los organizadores de este tipo de pruebas hayan visto disminuidos los ingresos entre un 40% y un 50%, a la vez que se ha tenido que aumentar el presupuesto por las medidas sanitarias».
El calendario internacional empieza en dos meses. «Al margen de la preparación --añade Hidalgo-hay que adaptarse a los protocolos de salud de cada país. La pandemia ha servido, además, para que los patrocinadores hayan cambiado los criterios a la hora de hacer publicidad. Ahora buscan que el triatleta envíe un mensaje social vinculado a su marca». En Tokio, el triatlón espera contar con tres hombres y dos mujeres.
«Los tests a los deportistas no son muy caros, pero hay que gastar más dinero», advierte Santiago Deó, presidente de la Federación Española de Hockey. «Con la pandemia, además, hemos tenido que concienciar a nuestros jugadores porque son jóvenes y a ellas y ellos también les gusta salir. Saben que no pueden cometer imprudencias de aquí a los Juegos, con opción de medallas sobre todo del equipo femenino. Los patrocinadores quieren que los jugadores manden ahora mensajes de solidaridad y digan a la gente que la pandemia no es una broma».
Benditos sean los drones
La vela tiene la fortuna de que se disputa en un espacio natural y sin contacto físico entre embarcaciones lo que evita que haya contagios entre navegantes rivales. «Lo habitual desde que terminó el confinamiento y comenzó la competición ha sido cambiar una regata por otra y estar pendiente de las nuevas fechas», explica Julia Casanueva, presidenta de la comisión gestora de la Federación Española de Vela. «Los patrocinadores piden a nuestros regatistas que ahora se impliquen en el medio natural y lancen mensajes de solidaridad. Nosotros no hemos perdido patrocinadores, pero, la verdad, al ser un deporte minoritario y no muy mediático, tampoco teníamos muchos». El equipo olímpico, unas 16 personas, pasó el confinamiento en las instalaciones que la federación tiene en Santander. «Al menos, ahora, las plataformas televisivas nos pueden dar más visibilidad gracias a los drones», que serán esenciales en las retransmisiones de Tokio.
Pendientes de clasificación La situación de la halterofilia es más dramática. Por ejemplo, Lydia Valentín, una de las grandes figuras del deporte español, lleva más de un año sin competir. «Ella ha preferido descansar y entrenar antes que ir a competiciones menores. Es una deportista veterana (36 años y tres medallas olímpicas) y sabe que enseguida entra en forma por lo que no ha querido forzar sus articulaciones», cuenta Juan Lama, secretario general de la federación española.
El gran problema es que con un año de retraso todavía no hay nadie, ni Lydia Valentín, clasificado para los Juegos. «Todo se suspendió y ahora debemos jugarnos el acceso para Tokio en el Campeonato Europeo que se disputa en Moscú. Es un torneo oro, donde se dan los máximos puntos, pero hasta el 15 de mayo no sabremos quién se clasifica para unos Juegos que deberían haberse celebrado el año pasado».
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