El cuadro del Campo Arañuelo saca un duelo disputado ante el Aceuchal
Volvió a cargar la caballería montada el once del Campo Arañuelo, enorme, y por séptima jornada consecutiva trituró el Moralo a un rival digno con mayúsculas, un Aceuchal que tuvo en su arquero a su hombre boya en el retorno del respetable al campo (0-1).
No tardó en alzar la voz y calentar las piernas el once de Dani Pino, en un avance lleno de agallas que la zaga local frustró a Edgar a los cinco minutos. El tigre moralo afiló sus garras y sus primeros rugidos tuvieron pronto suculento manjar.
Jonathan afilaba zarpas, la zaga blanca pateaba camino del banderín el intento y apenas un suspiro después, un recorte sutil de Rivera dentro del área lo convertía en caviar el extremo verdiblanco. Puño en el verde del cuadro del Campo Arañuelo, que buscó el segundo en un remate cruzado de Borja.
La centuria piporra dibujó en la paleta su primera mancha pero el testarazo de Caballero se fue al cielo gris. Alguno se preguntará en estas líneas por el pura sangre Caballo loco Juan Germán. Enseñó sus herraduras en un fax al epicentro del área al que le faltaron centímetros a Margallo para enchufar la bola (min. 19). Avisaba Jonathan pero todo oscuro como el cielo en el horizonte. Las mejores noticias locales llegaron sobre la campana en un sutil servicio de Leandro que peinó cándidamente Juan Germán a las manos de Adrián y sonaba la bocina. Al túnel.
Con un tono barriobajero y exceso de músculo se reencontraron con el verde los protagonistas. Todo huérfano en cuanto a fútbol y ocasiones, hubo que aguardar un cuarto de hora para sentir y vociferar la primera vibración en un mano a mano de Rivera que adivinó muscularmente Juanfran. Crecía en la escala de valores el Aceuchal surcando el océano del Campo Arañuelo. Dela y Rafa Izquierdo echaron sus cebos, pero agua. Entraba el diablo de color David Salomé y tuvo un tridente de opciones en sus borceguíes, pero el marcador se mantuvo tal como reinaba y los de Dani Pino se reafirman en el tridente cabecero del grupo.
HEn un choque de garra, de corte fiero y de premuras clasificatorias, Lobón y Valdivia repartieron el menú y el bocado en forma de punto que deja más pendientes de poner mentes y borceguíes en la siguiente fase en busca de soluciones que les permitan mantener el cuello en la categoría (1-1).
Nada más silbar el colegiado, los nervios, las prisas y las ansias por alumbrar el marcador dibujaron una lucha cainita sin cuartel. Un saque de banda de Andrey rematado de forma desangelada por Cisco (min. 6) inauguró el bloc anotador. Los lobos de Mario Ballesteros salieron con los colmillos afilados como un sable iraní y en la primera opción transparente que gozaron, trincharon las carnes ajenas.
Un balón al corazón del área lo recogía la cosechadora Navia para servir con lazo al boss Pedro Juan el 1-0. El Lobón buscó con ahínco el segundo con detalles de alcurnia balompédica como una tijera del capitán (min. 12). Un saque a balón estático de Balsera casi provoca un serio disgusto (min. 20) y poco más hasta firmar Chin un tiro que puso para el cardiólogo al arquero Adrián y siguió su cauce Viti para el vuelo angelical de Kouba.
El Lobón saltó al pasto verde buscando por hierba, aire y todo tipo de artimañas, el segundo gol, pero seguían sin ver luz. Y ya se sabe que camarón que se duerme, se lo lleva la corriente... Viti era víctima de flagrante acoso y derribo. Robert firmaba el oasis del gol en un choque de tú a tú entre dos onces sumidos en los bajos fondos de la tabla.
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