Meta de récord, hijo de histórico
Miguel (Dioce, 702) acumula 659 minutos sin encajar gol, cercana a la de que destacó en su club a finales de los 90
Espera el protagonista a su novia, María, junto a la casa morala en la que conviven en un lunes en el que, como en los últimos meses, él llega de trabajar de comercial, labor profesional que compatibiliza con el fútbol. El pasado año, Adrián Real Canales (Terrassa, 1 de diciembre de 1992) jugó en el Jerez, donde cocon noció a su pareja, justo cuando llegó de Elche, donde vivía desde los cinco años y de donde se siente.
«Fue un flechazo», comenta sobre su historia de amor, distendido, el portero del Moralo, el hombre de moda de la Tercera División extremeña: acumula la friolera de 659 minutos sin encajar un gol, esto es, 7 partidos enteros más 29 minutos, el segundo mejor registro de la Tercera extremeña tras el de Miguel, del Diocesano (702) y opciones de batirlo. El último lo encajó en la jornada 9, 1-1 en casa del Montijo, y se lo hizo Kupen, su compañero, en propia meta.
«Yo lo que quiero es ascender con el Moralo y luego ya veremos», dice el cancerbero sobre su futuro. Él mismo cuenta que la pasada temporada llegó al Jerez tras una mala experiencia en el fútbol murciano y después de formar parte, entre otros equipos, de la primera plantilla del Elche, en Segunda, aunque sin llegar a debutar en partido oficial.
Pero el meta verdiblanco tiene una vinculación familiar curiosa. Su padre, Miguel Ángel Real, fue un destacado central en el club del Arañuelo en tres temporadas: 97-98, 9899 y 99-2000, tras el primer ascenso a la Segunda B. Aquellos años los vivió en Navalmoral, donde ahora destaca como lo hiciera su progenitor. «Estoy muy contento, sí, a ver si terminamos subiendo», insiste quien tiene en su padre a un referente, y consejero. «Antes sí me decía más cosas, ahora ya menos», apunta.
Tiene 25 años, una buena edad ya con experiencia y éxito en diferentes equipos. Curiosamente, en su carrera ha coincidido con el portero del Plasencia, el también futbolista levantino Sergio Moya, en concreto en el Almoradí. «Jugamos más o menos lo mismo», comenta, «creo que 15 partidos cada uno». Son dos de los mejores cancerberos de la Tercera extremeña. El mundo es un pañuelo, dicen.
«Yo lo que quiero es ser profesional del fútbol, y voy tranquilo», agrega Adrián Real, indiscu
Adrián Real, portero del Moralo,
Es hijo de un central