El hospital de campaña de Ifeba se mantiene en estado de prealerta
El Servicio Extremeño de Salud de momento no se plantea desmantelar este centro médico provisional Empezó a estar operativo el 1 de febrero pero todavía no ha sido necesario derivar allí a ningún paciente
En estado de prealerta. Así se va a quedar el hospital de campaña que se construyó en las instalaciones de la Institución Ferial de Badajoz (Ifeba) el pasado mes de enero y que no ha llegado a recibir pacientes en los 55 días que lleva operativo. El Servicio Extremeño de Salud (SES) descarta desmantelar un servicio en el que invirtió 500.000 euros a pesar de que finalmente no ha tenido que ser utilizado. Se trata de una visión compartida por otros profesionales de la salud. Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, por ejemplo, reconocía en una entrevista publicada en este periódico a finales de febrero que este centro podría ser «un alivio o servir de hospitalización covid» en caso de agravarse la situación.
El 20 de enero, José María Vergeles, consejero de Sanidad y Servicios Sociales, anunció la decisión construir un hospital provisional como «medida de refuerzo» ante el incremento de la presión hospitalaria. En el improvisado proyecto participaron el ayuntamiento pacense, que cedía Ifeba, el Ministerio de Defensa, que autorizó la dotación del mobiliario necesario, y el propio SES, que aportó la inversión económica para el pertinente acondicionamiento. En total, 6.000 metros cuadrados repartidos en dos pabellones con 150 boxes individuales. En uno de los módulos se reservó espacio para una unidad de semicríticos que finalmente no se instaló, ya que se consideraba que el más de centenar de camas era suficiente en caso de necesitar desahogar la presión hospitalaria en el resto de la región.
Once días después del anuncio, Ifeba estaba listo para recibir pacientes. La intención era trasladar desde distintos puntos de Extremadura, no solo desde la provincia de Badajoz, a infectados por coronavirus que sufriesen la enfermedad de forma no crítica. Es decir, aquellos cuya saturación de oxígeno fuese baja, les costase respirar, su gravedad no requiriese de ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI) y con una previsión de evolución y de pronóstico favorable en poco tiempo.
El incremento del volumen de ingresos por aquellos días no terminó de comprometer una correcta atención por parte del sistema sanitario tanto a positivos por covid-19 como a pacientes de otras enfermedades donde el tiempo de actuación resulta primordial (infartos agudos de miocardio, ictus, intervenciones quirúrgicas oncológicas y de urgencia…).
El 1 de febrero, día en el que el hospital estuvo listo para recibir enfermos, en Extremadura había ingresadas 683 personas con coronavirus, 99 de ellas en la UCI. Ayer, esas cifras se encontraban en 55 y 6, respectivamente, por lo que Ifeba seguirá vacío pero en prealerta. «Ojalá este hospital se monte en balde», repitió varias veces Vergeles en las distintas intervenciones públicas que realizó en enero acerca de este tema. Sus deseos, al menos de momento, se están cumpliendo.
Más de 600 personas estaban ingresadas en la región cuando entró en funcionamiento; ayer solo había 55