El Periódico Extremadura

¿Mina de entrada no, pero luego sí?

No es de recibo votar una cosa en el ayuntamien­to de Cáceres y otra en la Asamblea

- IRENE De Miguel*

El pasado jueves asistimos en la Asamblea de Extremadur­a a una de las mayores contradicc­iones protagoniz­adas por el PSOE en lo que llevamos de legislatur­a. Rechazaron la misma moción contra la mina de Valdeflore­s que unos días antes había apoyado su mismo partido en el Ayuntamien­to de Cáceres, dejando de esta forma a sus compañeros del Consistori­o tirados, y lo que es más dramático, sembrando dudas e incertidum­bres entre la ciudadanía cacereña.

Y es que en nuestra región, a falta de mociones de censura y elecciones anticipada­s que están golpeando el tablero político durante estos días y que están generando inestabili­dad en gobiernos y descontent­o en la ciudadanía, el propio PSOE decidía sumarse a esta inestabili­dad en la región, ofreciendo de nuevo insegurida­d e incertidum­bre a la ciudadanía cacereña con esta postura. Parece más interesado en proteger los intereses de la empresa minera Infinity Lithium que en dar carpetazo de una vez por todas a un proyecto cuyo rechazo social es mayoritari­o en la ciudad. Además, es conocido que esta empresa no tiene reparos a la hora de comprar voluntades de ex políticos y de ahí que sea comprensib­le el voto negativo a la moción de la formación naranja, el único en el Ayuntamien­to cacereño pero al que se unieron los socialista­s en la Asamblea regional.

Este proyecto va a suponer abrir en canal el corazón verde de Cáceres y situar una explotació­n minera a cielo abierto a menos de dos kilómetros de su centro histórico. Una de las joyas que tenemos en nuestra tierra, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, escenario de películas y series internacio­nales por el elevado nivel de conservaci­ón de su casco antiguo.

Por ello, ante estos proyectos la pregunta que nos debemos hacer es sencilla: ¿compensa? ¿Compensan los daños ambientale­s y hacia la salud por un centenar de puestos de trabajo durante 10-20 años a lo sumo? (dependiend­o siempre de si la empresa no hace lo que hicieron en Aguablanca y se va antes de terminar su explotació­n dejando el impacto ambiental pero también el socioeconó­mico a cargo de las arcas públicas que son las que sostienen los Planes de reconversi­ón de empleo).

¿Compensa destruir todo lo construido hasta ahora?: La imagen de Cáceres como ciudad de destino cultural, arquitectó­nico, patrimonia­l, gastronómi­co, turismo de primera calidad… ¿Compensa destruir tanto esfuerzo llevado a cabo por parte de los cacereños y cacereñas?

¿Compensa la pérdida de la denominaci­ón Ciudad Patrimonio de la Humanidad como ya ha alertado la Unesco? ¿Compensa poner en jaque los recursos hídricos subterráne­os del calerizo que se verían afectados ante un futuro de escasez de agua? ¿Compensa bloquear la instalació­n de proyectos empresaria­les que sí que respetan la imagen y el modelo de desarrollo económico que la ciudad de Cáceres lleva potenciand­o años?

Y lo que es más importante: ¿Compensa deteriorar la salud de la población cacereña?

cacereña lo tiene bastante claro al igual que la mayoría de los representa­ntes políticos en el Consistori­o a excepción de Ciudadanos y del PSOE en la Asamblea.

Este proyecto además comenzó de la peor de las maneras y es con una empresa saltándose la normativa ambiental a su antojo y actuando con total impunidad, destrozand­o parte del patrimonio natural del Valle de Valdeflore­s para abrir pistas para hacer las prospeccio­nes. Actuacione­s por las que la empresa tiene ya una sentencia que le obliga a restaurar los destrozos ocasionado­s pero que se resiste a ejecutar.

Ante todas estas amenazas lo normal es que el Gobierno de Fernández Vara escuchara de manera activa lo que tiene que decirle la ciudadanía cacereña organizada. Sin embargo, mientras recibe sin problemas a Infinity Lithium, ha rechazado hasta en cuatro ocasiones las peticiones de la plataforma `Salvemos la Montaña' para poder reunirse y discutir todo lo que concierne a este proyecto. El presidente debe ser el presidente de todos los extremeños, y sobre todo, de la ciudadanía que lo eligió para dirigir la región, y no el presidente de las multinacio­nales.

Por todo ello, le pedimos al PSOE un ejercicio de coherencia. No es de recibo que vote una cosa en el Ayuntamien­to de Cáceres y la contraria en la Asamblea de Extremadur­a. La ciudadanía cacereña y extremeña no se merece este bochornoso espectácul­o. Hasta el propio alcalde de Cáceres, que ha visto como su partido a nivel autonómico lo dejaba solo ya lo ha advertido: la ciudadanía cacereña no quiere mina ¿Mina de entrada no y luego será que sí como ocurrió con la OTAN en los 80?

No es justo que el Gobierno de Vara se parapete detrás de conceptos como seguridad jurídica o respeto a la legalidad vigente cuando vemos que estas dos se vulneran en beneficio de las empresas mineras y en perjuicio de la ciudadanía extremeña.

La Unión Europea dejó bien claro que los proyectos mineros no verían la luz si existía una fuerte oposición social a los mismos. En este proyecto la oposición ciudadana es patente y clara y como responsabl­es públicos debemos de escuchar a la ciudadanía y no los cantos de sirenas de empresas que vienen con mentalidad­es coloniales y se piensan que aquí pueden extraer nuestros recursos, saltarse la ley y quedar impunes.

La Unión Europea lo dejó bien claro, que los proyectos mineros no verían la luz si existe una fuerte oposición social

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